Niño desaparecido a los 6 años se reencuentra con su madre 27 años después

La esperanza siempre estuvo presente

Emotivo reencuentro tuvieron Antonio Carlos da Silva, originario de Brasil, y su madre después de desaparecer por 27 años sin rastro alguno. El joven se extravió a la edad de 6 años al tomar un autobús, y por accidente, quedarse dormido, al huir del maltrato de su padre.

Su madre creía que Antonio regresaría, pero eso nunca pasó, comenzando una gran búsqueda, en la que desafortunadamente los esfuerzos fueron en vano. Por su parte, Antonio despertó en una ciudad de Ceará totalmente desconocida para el, en donde vivió en la calle, situación por la que las autoridades nunca recibieron el reporte de su hallazgo.

Tiempo después, la situación cambiaría para Antonio, al ser rescatado e ingresado a un albergue para niños abandonados, donde tuvo acceso a la escuela y a la vida de otros pequeños que pasaban por situaciones similares. Pese a que sabía sobre su familia, no lograba recordar donde vivía, teléfonos e incluso el nombre de su madre.

Estos factores complicaron bastante su búsqueda, pues no lograba aportar alguna característica que lo llevara de vuelta a su hogar, sumándole que la tecnología no era tan avanzada como ahora.

Tiempo después, Antonio tuvo la oportunidad de trabajar como chófer de autobuses, en donde se le ocurrió la gran idea de buscar a su familia a través de una publicación en el periódico, acompañada de dos fotografías suyas, una de 1996 y otra de 2020 con el siguiente texto:

Estoy buscando a mi mamá.

Mi nombre es Antônio Carlos da Silva.

El nombre de mi padre es Jeane o Geane da Silva. El nombre de mi hermano es Diego. El nombre de mi tío es Nino, es artesano.

Nací más o menos en 1988 en la ciudad de Juazeiro do Norte o en las ciudades cercanas a Juazeiro.

Me perdí cuando tenía seis años, pues tomé un autobús que me llevó a la ciudad de Fortaleza, donde vivo hoy.

¡Estaré eternamente agradecido con cualquiera que pueda ayudarme a encontrar a mi familia biológica!

La nota llegó hasta el tío de Antonio, quien no dudo en comunicarle a la madre de da Silva. La familia se trasladó hasta Ceará, donde madre e hijo vivieron un momento indescriptible y anhelado al reencontrarse después de 27 años separados.

Sin duda, una gran historia, digna de contar.