Inquilinos pagan Penthouse para señora del aseo, luego de quedarse sin casa y sin trabajo

La señora Rosa llevaba 20 años trabajando en ese edificio pero la pandemia hizo que la suspendieran. Los vecinos decidieron darle una linda sorpresa

La pandemia por Covid-19 ha afectado a millones de personas en el mundo. No solo por las terribles pérdidas y la enfermedad sino también por cuestiones económicas. Miles de personas han perdido sus trabajos por cierre de locales, quiebra o simplemente porque ya no les han podido pagar o, en el caso de las y los empleados domésticos, para evitar contagios en la familia.

Pero cuando alguien se ha ganado el corazón de la gente, la vida puede darle una gran sorpresa y regresarle todo lo que alguna vez esa persona hizo por los demás.

Tal es el caso de doña Rosita, una mujer que trabajaba en un edificio de lujo en Nueva York pero que, por la pandemia, fue suspendida de sus actividades, quedándose sin trabajo y sin un lugar para vivir.

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A pesar de ello, Rosita seguía yendo a trabajar todos los días, poniendo en riesgo su salud pero siempre tratando de salir adelante y siendo fiel al lugar donde ha trabajado por más de 20 años.

Fue por esta razón que los vecinos decidieron darle una gran sorpresa, la de adquirir entre todos, el penthouse recién remodelado del edificio y pagarle la renta por al menos dos años.

Doña Rosa creía que iba a ir a limpiar el departamento 

En el video que ya circula en todas las redes sociales y que se viralizó por la reacción de la mujer, se puede ver cómo le iban enseñando cada área del departamento, supuestamente para que viera lo que tenía que limpiar. Ella se sorprendía con cada espacio pues el amplio departamento contaba con cuatro habitaciones, dos baños, dos terrazas, 2,500 pies cuadrados y una cocina equipada.

Al terminar el recorrido, ella estaba lista para limpiar. Pero así, con cubeta en mano y uniforme, uno de los vecinos le dijo que todos se organizaron para darle ese gran detalle y lo único que tenía que hacer era firmar.

"Creo que provocaste un gran impacto en las personas en este edificio y quieren devolverte algo a ti. Lo único que tienes que hacer es firmar, tomar las llaves y el departamento es tuyo por al menos dos años", decía el joven mientras Rosa comenzaba a llorar.

Al final, le dijeron a la señora Rosa, entre bromas, que debería contratar a alguien para limpiar pues el departamento es demasiado grande.