"El grito" de Edvard Munch ha resuelto su más grande misterio
A 128 años de que Edvard Munch grabara un mensaje secreto en la pintura "El Grito", el Museo Nacional de Noruega ha descifrado lo que dice
"El Grito" de Edvard Munch es una de las pinturas más importantes del expresionismo alemán y a 128 años de terminarse, uno de sus mayores misterios al fin ha sido resuelto.
Se trata de una frase que Edvard Munch escribió con lápiz en la obra original y que se aloja en Noruega. El Museo Nacional de Noruega, con motivo de una exhibición de la misma en 2022, decidió hacer un análisis exhaustivo para descubrir qué escondió "El Grito" por muchos años.
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El Museo utilizó escáneres infrarrojos para poder identificar qué escribió Edvard Munch en 1893, cuando terminó de pintar "El Grito", sin duda su obra más famosa.
"Solo pudo haber sido pintado por un hombre loco", dice con lápiz la esquina superior izquierda de una de las cuatro versiones de la pintura.
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La historia detrás de "El Grito" de Munch y la incógnita frase
Mai Britt Guleng, curadora del Museo Nacional de Noruega, declaró que después de un extenso análisis, se concluyó que las palabras con lápiz en la pintura no fueron acto de vandalismo sino que fueron escritas por el propio Edvard Munch.
El trazo de caligrafía que se comparó con la de sus diarios y los momentos que vivió Munch en aquella época refuerzan la teoría, sobre todo por las fuertes críticas que recibió el pintor por "El Grito", señalándolo con un artista que tenía probleas de salud mental.
Se cree que en aquel momento Much regresó al cuadro y escribió con un lápiz la próximamente famosa frase.
"El grito" y su referencia para próximas generaciones
"El grito" de Edvard Munch es una gran referencia a la cultura pop del momento. Su imagen ha sido utilizada tanto para películas, series de televisión y hasta es la inspiración para un emoji.
La máscara de la película de los años 90, "Scream", es una de las más populares. El rostro casi derretido, con una expresión, evidentemente de grito, tomó fuerza durante la saga que dirigió principalmente Wes Craven. Fue él mismo quien decidió comprar el disfraz que producía la empresa Fun House porque le recordaba mucho a la pintura de Munch.