Mujer encuentra botella con mensaje de 1926; se lo entrega a hija de quien lo escribió
La mujer se dedicó a buscar a algún conocido del autor de la nota, hasta que por fin dio con su paradero
Las redes sociales se ha vuelto un medio para difundir todo tipo de noticias, desde retos virales, videos musicales y hasta conmovedoras noticias, como la de esta mujer, quien encontró un ‘mensaje dentro de una botella’ escrito hace casi un siglo mientras buceaba y logró localizar a la hija del autor gracias a Internet.
La protagonista de esta historia fue Jennifer Dowker es una experta capitana de barco que se gana la vida haciendo recorridos turísticos por los ríos de Michigan, en Estados Unidos, y que se embarco en una aventura cuando encontró una antigua botella en el mar con una nota oculta.
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Todo sucedió cuando Jennifer se encontraba limpiando el suelo de cristal de su barco buceando mientras estaba atracado en el río Cheboygan, cuando se encontró una botella con algo en su interior y al abrirlo, descubrió que era un mensaje escrito en 1926.
"Al principio pensé que era solo una botella fria y luego, cuando la recogí, cuando todavía estaba bajo el agua, pude leer la palabra "esto" en el papel. Era algo como... ¡Dios mío! Hemos encontrado un mensaje en una botella. ¡Genial!", escribió Jennifer en su Facebook.
La botella, que se había llenado de agua en dos terceras partes, tenía en su interior la nota manuscrita con el mensaje fechado en noviembre de 1926, hace 95 años, y llevaba escrito: "¿La persona que encuentre esta botella devolverá este papel a George Morrow Cheboygan, de Michigan, y dirá dónde se encontró?".
Rápidamente Dowker compartió la historia en sus redes sociales, pues sabía que el apellido Morrows era algo común allí, así que comenzó su búsqueda hasta encontrar a la familia del escritor del mensaje: "Pensé que lo rastrearíamos bastante rápido y eso sería el final. Así que me olvidé porque ya era tarde esa noche... y me fui a la cama".
Su historia se había vuelto viral y había más de 6.000 personas dando pistas sobre los posibles autores del mensaje, hasta que la propia hija de George Morrow, Michele Primeau, se puso en contacto con ella directamente. Las dos mujeres estuvieron hablando durante largo rato, conociendo un poco más sobre aquella persona que en 1925 tiró una botella sin rumbo.
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La hija del escritor insistió en que la botella permanezca en poder de quien la encontró: "Pensé que lo correcto sería dárselo. Ella lo encontró y eso mantendría vivo el nombre de mi papá". Sin duda, la internet nos hace testigos de cientos de historias que son dignas de contar.
