Ligar y espiar en tiempos de covid

El sexting es practicado por más de la mitad de los mexicanos

La crisis de salud global en el mundo nos ha hecho reconsiderar la manera en la que nos comunicamos a distancia y sobre todo buscar experiencias sensoriales “seguras” que puedan satisfacer alguna que otra necesidad mediante Instagram, WhatsApp, Messenger y Telegram. Aquí es dónde nos ponemos a pensar un poco acerca de la interacción entre las parejas o los nuevos ligues que puedan surgir.

Las dinámicas en las parejas cambian y escalan a las video llamadas subidas de tono, sexting y el envío de las nudes para no dejar que se apague la llama por la distancia social. En su contra parte también está el área de los celos, espionaje, infidelidad y todo eso que no deja de venir en el paquete romántico.

A medida que la sociedad se va vacunando y el desconfinamiento va a la baja, también estás prácticas están disminuyendo su uso. El año pasado, aproximadamente 6 de cada 10 personas ponía en práctica su imaginación por estos medios, mientras que la encuesta de 2022 revela que sólo el 52.5% confirma practicarlo, a pesar de que se muestre a la baja, el “sexting” llegó para quedarse.

La otra cara de la moneda es que en esta práctica es la seguridad, 1 de cada 10 personas que envía el “pack” no toma ninguna medida de seguridad. El resto de los usuarios son más precavidos pues 62.9% nos envía fotos o vídeos donde se pueda ver su rostro y 30.8% hace uso de plataformas donde se borre en automático el contenido enviado una vez enviado.

La plataforma más usada es Whatsapp, le siguen Instagram, Messenger y Telegram con sus respectivos porcentajes.

En tiempos de COVID-19 muchas relaciones terminaron, pero otras vieron la luz con alguien que se conoció mediante alguna red social o aplicaciones de ligue. En este punto, es importante recalcar que el 33.1% de los usuarios ha confesado en esta encuesta anónima haber ocultado su situación sentimental en redes sociales, por eso decíamos el tema de espiar para sorprender a “lxs infieles”.

¿Confiar o no confiar en nuestra pareja?

El conocimiento del potencial del uso de estas plataformas nos puede generar muchísima incertidumbre sobre nuestra relación e incluso, pone en entredicho la fidelidad. Y es que casi siempre “el que busca encuentra” o puede ver entre líneas o entre likes algún comportamiento sospechoso. La encuesta tiene el dato revelado que 34.2% ha eliminado o escondido fotos/mensajes para evitar problemas. Pero aún así, la encrucijada sigue y las personas toman la decisión de revisar el smartphone, tableta o computadora de su pareja esperando encontrar algo que demuestre infidelidad.

Lo importante de este dato es que el 15.1% de las personas que revisan obtuvieron el consentimiento de su pareja, el típico “Déjame ver tu celular o qué… ¿me ocultas algo?”. Los momentos de espionaje han ocurrido cuando la otra persona se está bañando, durmiendo, ocupados en alguna otra actividad.

El extremo es que no realices ninguna de estas actividades para que no te revisen tus dispositivos, aunque sabemos que es practicante imposible. La máxima prueba de amor, por duro que parezca es que tu pareja tenga libre acceso a tus redes, mediante el conocimiento de tu contraseña. Sorprendentemente, 36.6% de las contrapartes amorosas tiene la contraseña de las redes sociales o del dispositivo de su pareja y 43.9% declara haber compartido esto como la máxima prueba de amor.