Conoce a ‘Corchito’, el perrito que acompaña a los clientes que van solos a un bar
El peludo tiene una importante tarea en el bar: hacer que sus clientes no se sientan solos
Algunas veces, cuando las personas quieren pensar o reflexionar sobre algunos asuntos, es común verlos solitarios en la barra de un bar o café, sin embargo, hay momentos en los que nos gustaría estar acompañados, por ello un perrito ha tomado una importante tarea dentro de un bar: asegurarse de que sus clientes no se sientan solos.
El protagonista de esta historia se llama “Corchito”, un perrito que tiene un trabajo muy especial en un bar argentino, que consiste en acompañar a los bebedores solitarios, con el fin de que estos sientan que tienen apoyo.
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Corchito vive, desde hace cuatro años en el bar Dickens ubicado en Chivilcoy, en Buenos Aires, Argentina, y quien parece haber encontrado su misión en la vida, pues ve cada que ve un cliente solo, se sienta junto a él para hacerle compañía, así lo relató su dueña, Camila Galland.
“Es un perro mestizo, mediano o chico, color arena y tiene un carisma terrible, evidentemente. Y todo esto fue una sorpresa enorme para nosotros: Corchito es más que normal, pero parece que sorprendió a todos”, contó la encargada del perro.
Pero antes de comenzar a alegrar los corazones de cientos de comensales, Corchito fue abandonado por una familia, por lo que una mujer decidió adoptarlos, sin embargo la relación con sus otras mascotas no fue la mejor, por lo que volvió a quedar sin casa, hasta llegar, por cosas del destino, hasta el bar.
Una gran intuición
Camila contó que Corchito tiene una gran intuición, pues pese a que el lugar es pet-friendly, si por alguna razón a los clientes no les gustan los animales, Corchito lo percibe y se pasa de largo, pero si los solitarios aman a los animales, el can se sienta en una de las sillas y la mayoría de las veces es muy bien recibido.
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La dueña detalló que el animalito “se sienta en la silla. Así como aparece en varias fotos, así está siempre: quietito, calladito, se sienta y te mira. La gente va y habla con él como si fuera su compañero. (…) Le preguntan cómo está, le cuentan cosas, y el perro los mira”.
