Antes de morir Liam Payne habló sobre su escalofriante encuentro con P. Diddy: "Me da miedo"
El exintegrante de One Direction contó su incómoda experiencia con el rapero en una entrevista que ahora toma un nuevo significado tras su fallecimiento
La reciente muerte de Liam Payne ha conmocionado a sus fans y al mundo del espectáculo, y con ello han resurgido algunos recuerdos de su vida, incluyendo un inquietante encuentro que tuvo con Sean "Diddy" Combs.
Durante una entrevista en The Graham Norton Show en 2017, Liam Payne compartió una experiencia bastante incómoda con el polémico rapero, a quien describió como una figura que le causaba "miedo".
En este video, Liam relató cómo conoció a Sean y lo que parecía ser un encuentro casual en una fiesta terminó siendo una situación incómoda y un tanto perturbadora.
El exintegrante de One Direction explicó que después de varios intentos, logró acercarse a P. Diddy, pero el rapero no le dio la mejor impresión. Según Payne, el rapero soltó "la risa más malvada que he oído en mi vida" cuando le estrechó la mano, un gesto que dejó a Payne visiblemente nervioso.
El fallecido cantante no solo mencionó a P. Diddy; también habló de su intento de conocer a Jay-Z, otro gigante de la industria musical. Sin embargo, este intento también fue frustrado, ya que Payne fue rápidamente interceptado por los guardaespaldas de Jay-Z, lo que lo hizo sentir intimidado y desistió de seguir adelante con su plan.
Ese momento en la entrevista, que también contó con la presencia de Salma Hayek, tomó un nuevo significado tras la reciente muerte de Payne, ya que Hayek se mostró visiblemente incómoda cuando el joven mencionó a Diddy, una reacción que muchos espectadores no pasaron por alto, sobre todo considerando las múltiples acusaciones de abuso y tráfico sexual que rodean al rapero en la actualidad.
Lo que en su momento fue una anécdota curiosa ahora ha cobrado relevancia, pues las palabras de Payne sobre su encuentro con Combs reflejan el impacto que tuvo esa experiencia en él, y al mismo tiempo, es un recordatorio de que incluso las grandes estrellas pueden sentirse vulnerables ante situaciones extrañas o incómodas.