El Mequé 2024: Los Zoques, herederos del espíritu de la tierra y el jaguar en Chiapas

Con motivo del primerFestival El Mequé 2024, que se llevará a cabo este fin de semana, del 20 al 22 de diciembre hoy te queremos contar sobre los Zoques, una comunidad indígena heredera de la tierra chiapaneca.

Antes de contarte las maravillas que envuelven a esta tribu, queremos contarte que el Festival El Mequé es una iniciativa emblemática del estado de Chiapas para celebrar, preservar y difundir la riqueza cultural de los pueblos originarios, quienes han sido los principales constructores de la identidad chiapaneca a lo largo de los siglos.

En palabras del Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, gobernador electo del estado de Chiapas, “Este festival representa el gran tesoro ancestral que conforma Chiapas; queremos celebrarlo a través de la fiesta que representa un puente entre nuestras raíces y el mundo moderno. Estamos orgullosos de compartir con todos los presentes la riqueza cultural que nos define a las y los chiapanecos”.

Una riqueza sin precedentes

En el sureste mexicano, entre montañas, ríos y selvas, vive una de las culturas indígenas más antiguas y fascinantes: los zoques. Esta comunidad, cuya historia se remonta a miles de años, habita principalmente en los estados de Chiapas, Oaxacay Tabasco. Los zoques no solo son herederos de una rica tradición oral y espiritual, sino también de un amor profundo por la tierra, el jaguar y las fuerzas de la naturaleza.

Raíces milenarias

Los zoques descienden de los olmecas, una de las civilizaciones madre de Mesoamérica. Aunque su influencia comenzó a declinar con la llegada de los mayas y otras culturas, los zoques lograron preservar su identidad y tradiciones a través de los siglos. Durante la época colonial, enfrentaron desafíos como la evangelización y el despojo de tierras, pero su espíritu indomable les permitió resistir y mantener vivas sus costumbres.

La conexión con el universo

Para los zoques, el mundo no es solo un espacio físico; es un lugar sagrado lleno de energías y espíritus. Su cosmovisión gira en torno al respeto por la naturaleza y los elementos que la componen. Uno de los símbolos más importantes para esta cultura es el jaguar, considerado un guardián y un vínculo entre los humanos y los dioses.

Además, los zoques tienen una profunda relación con el volcán Chichonal, al que llaman "El Tata". Este volcán es visto como una entidad viva que puede bendecir o castigar según el respeto que se le muestre. Tras su erupción en 1982, los zoques enfrentaron una gran tragedia, pero también renovaron su fe y compromiso con sus creencias ancestrales.

Un tesoro por preservar

El idioma zoque es una de las joyas lingüísticas de México, aunque lamentablemente está en peligro de extinción. Los cuentos, leyendas y mitos transmitidos de generación en generación son una ventana al pasado y una forma de entender la relación de los zoques con el mundo.

Entre las historias más conocidas destaca la del Nahual, un ser mágico que puede transformarse en animal, y la leyenda del Jakaltecú, un espíritu protector de los campos de maíz.

Fiestas y celebraciones: Una explosión de vida y color

Las fiestas zoques son un reflejo de su riqueza cultural. Una de las más emblemáticas es la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, que se celebra en enero y mezcla tradiciones indígenas con elementos cristianos. Durante esta festividad, los famosos parachicos, con sus máscaras talladas y coloridos sarapes, recorren las calles danzando al ritmo de tambores y flautas.

Otra celebración importante es la dedicada a San Sebastián, donde se agradece por las cosechas y se pide protección para la comunidad. Estas fiestas no solo son momentos de unión y alegría, sino también una forma de mantener viva su identidad cultural.

Arte y gastronomía: Un deleite para los sentidos

El arte zoque está profundamente influenciado por la naturaleza. Sus artesanías incluyen textiles bordados, máscaras talladas y cerámica decorada con motivos que representan su cosmovisión.

En cuanto a la gastronomía, los zoques son conocidos por platillos como el nucú, una especie de hormiga tostada que es considerada un manjar, y el pozol, una bebida refrescante a base de maíz y cacao que ha sido parte de su dieta por siglos.

Desafíos actuales: Luchando por su supervivencia

Como muchas culturas indígenas, los zoques enfrentan desafíos como la pérdida de su lengua, la migración y el despojo de sus tierras. Sin embargo, han demostrado una gran capacidad de resistencia y organización. En los últimos años, han trabajado para revitalizar su idioma, proteger su territorio y difundir su cultura al mundo.

Un legado que trasciende el tiempo

Los zoques son un recordatorio de la riqueza y diversidad cultural que define a México. Su historia, tradiciones y valores nos invitan a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestra naturaleza y respetar nuestras raíces.