Muere querida actriz de telenovelas tras vivir en psiquiátricos y someterse a craneotomías
Un ícono de las telenovelas colombianas nos dice adiós tras una vida de éxitos y resiliencia.
El mundo del espectáculo se tiñe de nostalgia y tristeza con el fallecimiento de Margalida Castro, una de las actrices más icónicas de Colombia, a los 83 años. Con una trayectoria de más de 60 años, esta talentosa santandereana dejó huella en la televisión y en el corazón de quienes disfrutaron sus interpretaciones inolvidables.
La noticia fue confirmada por su mánager, quien compartió en redes sociales: “Con profunda tristeza en el alma les comunico que mi grandiosa actriz y amiga Margalida Castro falleció víctima de un cáncer que fue descubierto hace poco”.
Conocida por su vitalidad, carisma y compromiso con el arte, Margalida no solo destacó como actriz, sino también como escritora, arquitecta y una ferviente promotora de valores espirituales.
Entre lágrimas y aplausos, su mánager la describió como “una mujer culta, brillante y encantadora, que trabajó incansablemente tanto en las artes como llevando el amor de Dios a quienes lo necesitaban.”
Protagonista de grandes éxitos
Margalida Castro marcó época en producciones como ‘Gallito Ramírez’, donde ganó el prestigioso Premio India Catalina por su papel de Sussy Borda de Lavalle. También se destacó en ‘Yo amo a Paquita Gallego’, que le valió un Premio TVyNovelas, y en títulos internacionales como ‘La Venganza’junto a Gaby Spanic, y ‘Amantes del desierto’ con Francisco Gattorno.
Su participación en ‘Mujeres asesinas’, ‘La viuda de la mafia’ y la versión original de ‘Porque el amor manda’ consolidaron su lugar como una de las figuras más queridas y respetadas de la televisión colombiana y latina.
Las cicatrices que marcaron su vida
Detrás de su exitosa carrera, Margalida enfrentó retos inimaginables. De niña, un accidente le causó un trauma craneal severo que requirió múltiples craneotomías. Aunque logró superar las cirugías, las secuelas incluyeron un insomnio crónico que la llevó a ser tratada en hospitales psiquiátricos en Bogotá.
En entrevistas, Castro describió esos momentos con crudeza: “La falta de sueño te vuelve loca. Fui a dar a todos los manicomios de Bogotá. Esos lugares eran terribles, pero aprendí a salir adelante.”
A pesar de estas experiencias, Margalida siempre mantuvo su espíritu resiliente, convirtiéndose en un ejemplo de lucha para sus seguidores.