Vargas Llosa vs García Márquez: por esta razón habrían terminado su amistad
En su momento se dijo que el vínculo de los escritores terminó por una historia de celos y que incluso llegaron a los golpes en Bellas Artes

Mario Vargas Llosa-Gabriel García Márquez / instagram
Hay amistades que nacen entre libros, cafés y conversaciones eternas... y otras que mueren en un puñetazo. Eso fue lo que pasó entre Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, dos titanes del Boom Latinoamericano, que pasaron de ser cómplices literarios a enemigos silenciosos. ¿La escena final? Nada menos que el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, en pleno corazón de la Ciudad de México.
Era el 12 de febrero de 1976, y mientras la mayoría de los asistentes llegaban al teatro para disfrutar de una función, Gabo y Vargas Llosa protagonizaban el drama más real de sus vidas. Un saludo, un abrazo... y ¡pum! Un golpe directo al ojo izquierdo del colombiano, que después inmortalizaría la escena con una sonrisa irónica frente a las cámaras.
Lo curioso es que, antes de este episodio digno de telenovela, su relación era de película. Todo empezó cuando Vargas Llosa descubrió “El coronel no tiene quien le escriba”, mientras trabajaba en la radio francesa. De ahí surgió una amistad a distancia que terminó siendo una hermandad literaria cuando se conocieron personalmente en el aeropuerto de Caracas, en 1967.
Después se volvieron inseparables. Vivieron en Barcelona, con sus esposas Mercedes Barcha y Patricia Llosa, compartieron cenas, ideas, sueños… e incluso colaboraciones: el escritor peruano publicó la obra “García Márquez: historia de un deicidio”, un profundo análisis sobre la narrativa del autor de Cien años de soledad. Todo pintaba para una amistad eterna. Hasta que dejó de pintar.
¿La razón del conflicto?
Los rumores apuntan a una supuesta infidelidad de García Márquez con la esposa de Mario, se dice que el matrimonio de éste último estaba en crisis y que hubo una conversación incómoda entre Patricia Llosa y el matrimonio García Márquez. Otros creen que todo se trató de diferencias políticas. Pero la frase que habría detonado la furia fue algo como: “¡Esto, por lo que le hiciste a Patricia en Barcelona!”.
Ninguno confirmó la versión completa. Vargas Llosa, años después, dijo que el distanciamiento fue personal y no ideológico. García Márquez, fiel a su estilo, nunca habló del tema, porque sabía que el silencio también escribe.
A pesar del golpe, la historia no se borró. Quedaron los libros, las fotos, los silencios. Quedó también “Dos soledades”, un diálogo que ambos sostuvieron en Lima en 1967 y que hoy se lee como una joya que nadie imaginó que sería el principio... de un adiós.