Muere influencer taiwanesa que comía maquillaje a los 24 años

¿Quién dijo que el maquillaje era solo para embellecer el rostro? Para Guava Shuishui, también conocida como Guava Beauty, cada producto cosmético era una oportunidad para crear contenido que rozaba lo surrealista… incluso si eso significaba comerse literalmente un rubor.

El pasado 24 de mayo de 2025, esta joven influencer de belleza, famosa por sus videos virales en los que probaba cosméticos como si fueran snacks, falleció a los 24 años, según un emotivo mensaje publicado en su cuenta oficial de Instagram.

Un último video, una sonrisa, y una despedida fuera de lo común

"Nuestra chica tesoro ha empacado su equipo de belleza y se ha ido al cielo con su apetito infinito y una sonrisa resplandeciente", decía el mensaje compartido por su familia o equipo, junto a un video donde se le ve saludando a cámara, como si aún estuviera aquí. En tono poético, el comunicado aseguraba que Shuishui “solo cambió de lugar” y que “algún día nos reencontraremos, ya con un kit de maquillaje angelical y un nuevo canal celestial de mukbang”.

No se reveló la causa de su muerte, pero la noticia ha conmocionado a quienes seguían sus publicaciones, entre el asombro, la curiosidad y, claro, la preocupación por su controversial estilo.

Entre labiales, blushes y bocados imposibles

Con más de 12,000 seguidores y una personalidad chispeante, Guava se hizo famosa por una propuesta difícil de ignorar: comía maquillaje frente a la cámara. Sí, así como lo lees. En uno de sus clips más recordados, aplicaba un rubor rosado en sus mejillas, y luego lo colocaba en un tenedor para darle una mordida, cerrando los ojos en una mezcla entre cringe y performance.

“Sé que es polémico, pero me encanta. No me importa”, escribió en una de sus últimas publicaciones, en referencia al proyecto que ella misma describía como “no apto para menores de seis años y completamente prohibido para consumo real”.

En marzo, subió otro video donde probó un brillo labial directo del aplicador. Apenas tocó su lengua, su gesto fue claro: ardía, sabía mal y era una completa locura… pero eso era parte de su encanto.

Entre el arte, el riesgo y la crítica

Claro, no todo fue aplauso. En varias ocasiones, los comentarios en sus publicaciones le suplicaban que dejara de comer maquillaje. “Por favor, no promuevas esto, no es bueno para la salud”, escribía un seguidor con evidente preocupación. Otros más intentaban entender si lo suyo era arte performático o simple controversia.

Y quizás era ambas. Porque Guava Beauty desafió el límite de lo que se considera “contenido de belleza”. Mientras muchas influencers apostaban por el glamour tradicional, ella se metía un blush a la boca o lamía un delineador, entre filtros kawaii, música suave y una vibra que parecía salida de un universo alterno.