Chespirito: La trama de infidelidades con Florinda Meza y un beso que lo cambió todo

Puede que el mundo lo recuerde como el eterno “Chavo del 8”, pero Roberto Gómez Bolaños, más allá de su genialidad, llevó una vida llena de pasiones, enredos amorosos y decisiones que dividieron al elenco más querido de la televisión mexicana.

Detrás de la risa que nos regaló por décadas, se escondía un romance escandaloso que empezó en secreto, con una mujer 20 años menor, y que durante años fue señalado por su origen: Florinda Meza, compañera de elenco, exnovia de Carlos Villagrán (Kiko), y la mujer que lo acompañó hasta el último de sus días.

Florinda no era Doña Florinda… era “la otra”

Antes de ser la eterna mamá de Kiko, Florinda Meza ya brillaba en el elenco de “El Chavo del 8”, pero su cercanía con Chespirito no siempre fue del gusto de todos. Y es que cuando empezaron su historia, él seguía casado, tenía seis hijos, y era famoso por ser mujeriego.

“Yo no era una roba maridos”, diría años después Florinda, justificando la relación con uno de los hombres más admirados (y deseados) de la comedia en español.

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Kiko, Segoviano… ¿y Chespirito? Triángulos, celos y flores diarias

En el set, todos notaban algo raro. Primero, Carlos Villagrán, alias Kiko, fue pareja de Florinda. Pero, según él, fue el propio Chespirito quien le aconsejó terminar la relación… aunque en realidad ya tenía el ojo puesto en ella.

Después, la actriz intentó rehacer su vida con Enrique Segoviano, director del programa. Y justo ahí, empezó la ofensiva romántica de Roberto: le mandaba flores todos los días, aunque ella tenía pareja. Un gesto dulce, sí, pero también insistente. Ella tardó años en ceder. Hasta que lo hizo.

Un beso en Chile lo cambió todo

El momento clave ocurrió durante una gira por Santiago de Chile, el 12 de octubre de 1976. Ella lo confrontó: “¿Por qué haces lo que haces si tienes esposa e hijos?”, y él respondió: “Siento que me falta algo. Me gustaría que alguien me besara…”

Florinda, con mariposas en el estómago y ganas de romper su autocontrol, le soltó: “¿Y por qué no me besas a mí?”. Y él la besó.Ese beso fue el inicio de una historia que duró casi 40 años.

Chespirito era un Don Juan sin disfraz

Según Florinda, el comediante no solo fue infiel con su primera esposa, sino también con otras. “Pareces burro en primavera, al menos selecciona”, le llegó a decir tras cacharlo saliendo con una camarera en Venezuela.

Aun así, ella cayó rendida. Pero puso sus condiciones: quería ser la única, no una más. Y él aceptó. Poco después, inició el proceso de divorcio con Graciela Fernández, madre de sus seis hijos.

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Una boda tardía, una familia compleja y un hijo que nunca llegó

Vivieron juntos casi 30 años antes de casarse. Fue hasta 2004 que formalizaron su amor. Pero a pesar de sus ganas de ser mamá, Florinda no pudo tener hijos con Chespirito. Él se había hecho la vasectomía años antes.“No quise revertirla porque temía que mis hijos no aceptaran a un hermano ‘bastardo’”, le confesó a ella.

Pese a todo, Florinda fue una figura materna para los hijos de Roberto, a quienes terminó queriendo profundamente.

La última escena juntos y un adiós sin aplausos

El 28 de noviembre de 2014, el mundo se paralizó: Chespirito murió a los 85 años, víctima de una insuficiencia cardíaca y el avance del Parkinson.Florinda, a su lado, recordó ese primer beso, la canción que le compuso (“Diferente”) y las décadas de amor, polémica y entrega mutua.

“Parecía que le pidió permiso a la muerte para esperarme. Estuvimos juntos en el aniversario de nuestro primer beso y en el de nuestra boda… y después, se fue”, relató entre lágrimas.