El arte de crear tu esencia: así puedes hacer tu propio perfume

En pleno corazón de la Ciudad de México, entre callejones cargados de historia y murmullos de otras épocas, existe un rincón donde los aromas cuentan secretos y el tiempo huele a vainilla, a flores y a misterio. Se trata del Museo del Perfume (MUPE), un lugar que no solo honra la memoria olfativa del mundo, sino que además te invita a convertirte, por unas horas, en un auténtico creador de esencias.

Un museo que huele a historia

El MUPE habita en una antigua casona afrancesada en el número 12 de la calle Tacuba, justo en la calle donde florecen las boticas y perfumerías. Su origen se remonta a 1527, cuando fue parte de las tierras entregadas a Hernán Martín, capitán de Hernán Cortés. A lo largo de los siglos, esta joya arquitectónica fue colegio jesuita, refugio contra la viruela en el siglo XVIII y hospital. Desde el año 2000, se ha convertido en un santuario del perfume y su historia, gracias a un fideicomiso que restauró el recinto con sumo cuidado.

Entrar ahí es como sumergirse en un universo paralelo. Entre vitrinas, frascos antiguos y salones que huelen a pasado, aprenderás cómo surgió el perfume, quiénes podían usarlo y cómo ha evolucionado su elaboración. Un viaje sensorial donde las familias de aromas florales, cítricos, amaderados y orientales te susurran al oído mientras recorres las salas.

Una de las más fascinantes es la sala inmersiva, un espacio donde los olores tienen color, textura y hasta sonido. Otra parada obligada es la exposición de las primeras marcas de perfumes y sus botellas más icónicas, en una línea del tiempo que nos lleva de lo artesanal a lo industrial, de lo clásico a lo vanguardista.

La revolución perfumada

En el segundo piso, nos encontramos con la exposición temporal de AVON, vigente desde el 28 de mayo hasta el 31 de agosto. Y si crees que esta es solo una marca de belleza, prepárate para cambiar de opinión. Esta expo es un homenaje a las mujeres valientes que, libro bajo el brazo y perfume en la bolsa, desafiaron al mundo tocando puertas y dejando huellas imborrables.

¿Sabías que el primer perfume de AVON fue un pequeño frasco floral fabricado por David H. McConnell con la compra de un libro? Hoy, su legado sigue floreciendo, con colecciones que muestran desde sus fragancias clásicas hasta creaciones generadas por inteligencia artificial, todo dentro de una narrativa donde la belleza también es poder.

Así puedes crear tu propio perfume

Y ahora sí, llegó el momento más esperado: crear tu propio perfume desde cero, en uno de los espacios más especiales del museo. La experiencia ocurre en una habitación pequeña pero mágica, parecida a un laboratorio de alquimia, donde frascos, matraces y aceites esenciales aguardan para revelar tu esencia más auténtica.

El taller se realiza en grupos reducidos —de seis a siete personas por turno—, lo que permite vivir la experiencia de forma personalizada. Frente a ti, una mesa-laboratorio y una repisa con tres niveles repleta de esencias que parecen susurrar: elige bien, este aroma podría ser tu firma olfativa.

Con la guía de una perfumista profesional, entenderás cómo se construye una fragancia desde su estructura más pura: una pirámide aromática de cinco niveles, que incluye:

• Acordes de salida: cítricos, verdes.
• Salida corazón: especiados, frutales, acuosos.
• Corazón: flores blancas, violetas, lirios.
• Corazón de fondo: acordes gourmand, como chocolate o vainilla.
• Fondos: almizclados, amaderados, ámbar y notas árabes.

En mi caso, elegí una salida cítrica y fresca, con un corazón de rosas y frutos rojos, y un fondo envolvente de vainilla, almizcle y especias árabes. El resultado fue una fragancia entre dulce y etérea, como si el alma se volviera aroma.

¿Cuánto cuesta y cómo reservar?

El taller tiene un costo de $1,300 pesos, e incluye:

• Explicación guiada por una perfumista.
• Tres mini perfumes de prueba.
• Un frasco grande con tu perfume final.
• Y una experiencia olfativa que difícilmente olvidarás.

Puedes reservar tu lugar directamente en el sitio oficial del museo:👉 www.museodelperfume.com.mx

¿Vale la pena?

Absolutamente. Porque crear tu propio perfume no es solo mezclar aromas. Es mirar hacia dentro, identificar qué notas te definen, y embotellar una parte de ti en un frasco de cristal. Es darle forma al recuerdo de una flor, un amor, una ciudad, o simplemente, a ti misma.

Y si algún día alguien te pregunta a qué hueles, podrás responder: “Huelo a todo lo que he vivido, y a todo lo que quiero ser”.