Así fue como Katy Perry y Orlando Bloom anunciaron que se separan tras 9 años juntos

Todo parecía color de rosa entre Katy Perry y Orlando Bloom, pero tras casi una década de altibajos, una hija y un anillo de compromiso que nunca llegó al altar, hoy su historia da un giro inesperado: se separan oficialmente, aunque aseguran que el amor más grande de su vida los mantendrá unidos… por siempre.

Sí, leíste bien. Después de semanas de rumores, finalmente los representantes de la cantante y el actor confirmaron lo que ya se sospechaba: la relación ha terminado, pero lejos de drama o escándalo, el foco está en lo que más les importa: su hija Daisy Dove, de cuatro años.

“Su prioridad común es, y siempre será, criar a su hija con amor, estabilidad y respeto mutuo”, dice el comunicado que enviaron a medios como People.

Desde hace un tiempo se notaba cierta distancia entre Katy y Orlando. Él asistió solo a la boda de Jeff Bezos, y ella continuó con su gira por Australia, donde incluso rompió en llanto sobre el escenario. Y aunque la pareja solía ser reservada, esta vez las emociones se les salieron del guion.

Según fuentes cercanas, Katy Perry está triste pero tranquila de no tener que pasar por otro divorcio (el primero con Russell Brand fue un caos). Mientras tanto, Orlando Bloom, que también vivió un matrimonio anterior con Miranda Kerr, habló recientemente en redes sociales sobre la soledad y la tristeza, lo que muchos leyeron como una indirecta elegante sobre su situación actual.

Ambos intentaron por años hacer que funcionara: empezaron en 2016, se comprometieron en 2019 (en pleno San Valentín), y en 2020 recibieron con amor a su hija. Pero el anhelado “sí, acepto” jamás llegó. En cambio, llegó una separación tranquila y madura, en la que no hay odio ni gritos… solo dos personas tomando caminos distintos, sin dejar de ser familia.

Aunque la carrera musical de Katy no pasa por su mejor momento (su último álbum no ha tenido el impacto esperado), ella sigue firme sobre el escenario. Y mientras Orlando sigue brillando en el cine, ambos apuestan por algo mucho más valioso: ser papás presentes y amorosos.