Queratopigmentación: ¿De qué va el procedimiento para cambiar el color de ojos y que pros y contras tiene?
De café a “azul muñeca”: la queratopigmentación se vuelve viral entre influencers, pero ¿vale la pena arriesgar la vista por una selfie?

De esto va la queratopigmentación / Alexander W Helin
¿Alguna vez soñaste con tener los ojos claros, así tipo actor de Hollywood o muñeca de porcelana? Bueno, pues ese deseo hoy es más alcanzable que nunca... pero también más peligroso. En tiempos donde lo estético a veces pesa más que lo saludable, llegó una nueva moda que está dando de qué hablar: la queratopigmentación, una cirugía ocular estética que te cambia el color de los ojos de forma permanente.
Y no, no estamos hablando de lentillas ni de filtros de Instagram. Estamos hablando de un procedimiento quirúrgico en el que literalmente te tatúan la córnea con pigmentos para cambiarte el color del iris. Así como lo lees.
Influencers con ojos de otro planeta
La que puso los reflectores en esta tendencia fue Daniela Requena Esteve, una influencer española que, cansada de sus ojos marrones, decidió pasar por el quirófano y ahora presume unos impactantes ojos verde-azulados que parecen sacados de una película de ciencia ficción. Todo lo documentó en TikTok, donde acumula cientos de miles de seguidores que quedaron igual de impactados… para bien y para mal.
¿Qué es exactamente la queratopigmentación?
Aunque suene a palabra de clase de biología, la queratopigmentación es básicamente un “tatuaje corneal”. En términos más técnicos, es un procedimiento en el que se introduce un pigmento especial dentro de un túnel creado con un láser femtosegundo, justo en la capa transparente del ojo (la córnea), sin tocar la pupila ni el iris directamente. ¿El resultado? Ojos de otro color sin necesidad de lentes.
Los pigmentos utilizados son supuestamente biocompatibles, no tóxicos y aprobados por organismos como la FDA, y pueden tener tonos como azul, verde, marrón o blanco. La operación dura una hora y cuesta unos 7,500 euros, aproximadamente 200,000 mil pesos mexicanos.
No todo lo que brilla es azul
El problema, y vaya que es serio, es que esta cirugía no es reversible y puede traer complicaciones bastante feas. Expertos como el oftalmólogo Federico Luengo Gimeno y la Sociedad Española de Oftalmología han levantado la voz para advertir que este procedimiento puede provocar inflamaciones, infecciones, visión doble, glaucoma y hasta la pérdida total del ojo, es decir, ceguera.
De hecho, muchos médicos consideran que este tipo de intervenciones deberían estar mucho más reguladas, ya que no existen aún suficientes estudios a largo plazo sobre sus efectos reales. Y aunque en algunos casos se usa para corregir problemas visuales como cicatrices o manchas en la córnea, cuando se hace solo por estética, el riesgo es otra cosa.
El dilema estético: ¿hasta dónde por un “me gusta”?
Más allá de lo médico, lo que este boom refleja es una tendencia que no deja de preocupar: la necesidad de modificar el cuerpo para encajar en ciertos estándares de belleza. Hoy ya no basta con labios carnosos o pómulos marcados. Ahora también se desea cambiar el color natural de los ojos, aunque eso implique un bisturí láser y mucho dinero de por medio.

Viviana Hernández Bran
Licenciada en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón, UNAM. Creadora de contenido escrito y digital...


