CLUBZ se reinventa: nuevos sonidos, viejos sueños y una vibra más eléctrica que nunca
Orlando Fernández y Coco Santos nos comparten cómo construyen su nuevo universo musical entre pianos eléctricos, nostalgia y visión de futuro
CLUBZ entrevista / instagram
Hay proyectos que se sienten diseñados en un laboratorio: pensados para sonar en TikTok, para sonar a algo. Y luego está CLUBZ, ese dúo que parece más bien convocado desde otro punto del Universo, un lugar en donde los acordes no solo se graban, sino que se sueñan.
Formado en Monterrey por Orlando Fernández y Coco Santos, CLUBZ ha sabido mantenerse vigente en un panorama que se transforma con vértigo. Lo suyo nunca ha sido correr tras lo nuevo, sino encontrar un lenguaje propio que, con cada álbum, les revela cosas nuevas de ellos mismos.
“Aunque quisiéramos repetirnos, no podemos. Ya estamos en otra edad, en otro contexto, con otros gustos. Lo que más nos motiva es esa investigación, ese descubrir cómo sorprendernos a nosotros y a los demás”, dice Orlando.
Ambos se ríen cuando les pregunto cómo se ven en el futuro cercano. No son ni los veinteañeros que empezaron tocando con cajas de ritmo y sintetizadores ochenteros, ni los artistas que se aferran a fórmulas que ya funcionaron. Lo suyo ha sido un camino de mutación constante, a veces ruidoso, otras místico, siempre elegante.
Y una prueba de lo anterior es lo que lograron con Radio Kono, su nuevo disco, el cual tiene 12 tracks, 3 mundos sonoros, 3 featurings.
Definitivamente, un viaje que atraviesa un mundo retro-luminoso, un funk electrónico futurista y un paisaje libre y experimental.
Entre lo sónico y lo mágico
Hablar con CLUBZ no es solo hablar de música. Es abrir una puerta donde incluso se cuela el misticismo, la energía y las casualidades que parecen señales, ya que en algunas ocasiones su estudio se ha parecido más a un laboratorio esotérico que una cabina de grabación.
“Mi papá tiene 25 años usando péndulos y varas de radiestesia”, cuenta Coco con naturalidad. “Para elegir la portada del disco le pregunté a él, y la energía nos llevó hacia un diseño que ni siquiera estaba en las primeras opciones. También ordenamos las canciones con base en eso”.
Sí, así como suena.
Para Épocas, uno de sus temas más celebrados, hicieron un pequeño ritual: escritura a mano, papel especial, un mechón de cabello y un aparato de cobre que trabaja con frecuencias. El resultado: un hit viral, un premio a “Canción del Año” en los Premios IMAS, y la sensación de que “algo” estaba sintonizado con ellos.
“No lo hacemos siempre, pero cuando sentimos que hay demasiada contaminación mental, vamos con mi papá, reafirmamos la intención y todo fluye. Nos ayuda a balancear la energía”, agrega Coco.
Orlando no se queda atrás: “A mí las ideas me llegan en ese estado entre estar despierto y dormido. No es meditación, pero es como si algo hiciera click ahí. Me pasa con decisiones, melodías, estructuras. Es un estado alfa, como un estado del sueño”.
No hay género que los encierre
El sonido CLUBZ nunca ha sido unívoco. Basta recorrer su discografía para notar que lo suyo va del dream pop al funk, de la psicodelia al autotune moderno, de la balada suave al groove más electrónico.
“Lo que nos motiva es justo no limitarnos a un solo género”, dice Coco. “CLUBZ ha logrado variar mucho. Podemos hacer reggae, podemos hacer disco. Michael Jackson, The Beatles… todos ellos evolucionaban. Y eso se nota. Las nuevas generaciones siguen cantando sus canciones”.
En su caso, después del álbum Destellos, que les dio una larga vida entre 2020 y 2021, decidieron girar el timón. Querían algo más orgánico, menos caja de ritmos, más batería real y pianos eléctricos. Se armaron una banda con amigos. Improvisaron. Redescubrieron ese sonido más setentero, menos electrónico.
“Queríamos romper lo que veníamos haciendo”, apunta Orlando. “Y no solo por cambiar, sino por honestidad. Si haces lo mismo de siempre, te estancas. Y lo que queremos es que CLUBZ siempre tenga ese espíritu de investigación, de frescura”.
Un vino fino que se escucha mejor con el tiempo
Si algo tiene claro esta dupla, es que lo suyo no es música para todos. Ni tiene por qué serlo. Su propuesta es más sutil, más sofisticada, como un trago que no se da en shots, sino que se descifra sorbo a sorbo.
“Nos gustaría que las personas que escuchan CLUBZ representen buen gusto, sofisticación, mucha cultura”, dice Coco. “Como un buen vino: pasa el tiempo y sabe mejor”.
¿Y los miedos?
Porque hacer música en este mundo sobrepoblado de canciones también tiene sus sombras.
“Un miedo personal que tengo es sentirme obsoleto”, confiesa Orlando. “Esa sensación de que ya no estás en el radar, de que estás forzando lo jovial. Pero creo que CLUBZ ha evitado eso porque no pretendemos ser lo que no somos. Nunca fuimos pura euforia”.
Lo que viene: fechas, discos y giras
El presente y el futuro se ven brillantes. CLUBZ está afinando su show más grande como solistas el próximo 15 de agosto en el Pepsi Center, en Ciudad de México. Luego tocarán en Monterrey el 20 de septiembre, y después cruzarán fronteras: Brasil, Costa Rica, Paraguay, Colombia, y más fechas por confirmar.
También están empezando a grabar música nueva. Y aunque no han adelantado el rumbo que tomará, es probable que venga con más capas, más texturas, más exploración.
Viviana Hernández Bran
Licenciada en Comunicación y Periodismo por la...Licenciada en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón, UNAM. Creadora de contenido escrito y digital en Los40 México, El Eco de LOS40 y W Radio. Activa en Radiópolis desde 2021.