“Estoy acabada”: Megan Markle lanzaría este mensaje tras fracaso de su serie en Netflix

Ni castillos, ni coronas, ni contratos multimillonarios parecen inmunes al juicio feroz del algoritmo. Y si no, que se lo pregunten a Meghan Markle, quien tras meses de trabajo, promoción y expectativas, acaba de recibir una bofetada digital que la tiene más nerviosa que nunca: su flamante serie “With Love, Meghan” no solo no triunfó… ni siquiera entró en el top 300 de Netflix.

La que fuera actriz de Suits, hoy duquesa de Sussex, lo apostó todo a un regreso a los medios con sabor a lifestyle: una producción en la que abría (un poco) las puertas de su casa, su rutina y su faceta más terrenal. Pero el público no picó el anzuelo, y el rugido mediático inicial se transformó en un silencio incómodo que, según fuentes cercanas, tiene a Meghan repitiéndose una frase poco digna de una royal: “Estoy acabada”.

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Cuando el algoritmo no te corona

Según reporta RadarOnline, Markle, de 44 años, se encuentra en “estado de pánico”. Y no es para menos. La serie, en la que se invirtió un presupuesto generoso y que contó con estilismo, edición y contenido calculado al milímetro, fracasó estrepitosamente en atraer a la audiencia global.

Ni las apariciones de Harry, ni las postales familiares junto a Archie y Lilibet Diana, ni el tono íntimo cuidadosamente empacado en Instagram, consiguieron lo que Meghan esperaba: reconectar con el gran público y reposicionarse como marca personal en el competitivo mundo del entretenimiento.

Una fuente cercana aseguró que la duquesa "está realmente asustada. Creía que lo había logrado, que su nombre bastaba para garantizar el éxito. Pero la realidad fue otra”.

Netflix, ¿te sigo o te dejo?

El fracaso del show no llegó solo. Según se filtró, Netflix decidió no renovar el contrato millonario que firmó con Meghan y Harry en 2020, valorado en 100 millones de dólares. Y aunque una segunda temporada de With Love, Meghan estaría en camino, el clima interno es de tensión y desconfianza.

“Harry intenta calmarla, pero ella ya está imaginando el peor escenario”, explica la fuente. “Sabe cómo funciona Hollywood. No hay lugar para los tibios. Si no conectas, simplemente desapareces”.

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¿Un regreso que llegó demasiado tarde?

La duquesa, que había permanecido relativamente alejada de los focos tras los documentales y entrevistas polémicas sobre la familia real, intentó esta vez reintroducirse en la escena con un tono más amable, menos confrontativo, pero el desgaste de su imagen pública parece seguirle los pasos.

Durante los últimos años, Meghan ha sido blanco de críticas por su supuesta actitud de “diva”, su relación con la prensa, y las tensiones con el resto de la realeza británica. Intentar limpiar esa narrativa desde un programa de estilo de vida parecía ambicioso… o ingenuo.

El precio de querer gustar a todos

A sus 44 años, Markle parece estar enfrentando una realidad que muchos en Hollywood ya conocen: el público tiene memoria selectiva, y no todo lo que brilla (ni todo lo que lleva un título nobiliario) convierte en oro.

El problema, según expertos en medios, no fue el contenido en sí, sino el contexto: “Meghan sigue intentando controlar el relato. Pero la audiencia de hoy prefiere las grietas, los errores, la verdad sin filtros. Todo lo que su serie no ofrece”, asegura un consultor de imagen en Los Ángeles.

¿Y ahora qué?

Lo cierto es que el golpe ha sido más simbólico que financiero. Meghan y Harry siguen siendo millonarios, pero el tropiezo duele porque pone en duda su poder de influencia, esa variable intangible que Hollywood y las plataformas valoran por encima de todo.

Aunque aún queda una temporada por estrenar, el sabor amargo permanece. Y la gran pregunta es si Markle podrá rediseñar su estrategia o si seguirá repitiendo el mismo mensaje a oídos cada vez más sordos.

Por ahora, su frase resuena como eco de una ambición herida: “Estoy acabada si esto no funciona”. Tal vez no esté acabada del todo… pero sí en fase de reinvención obligatoria.

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