Ella es Sydney Sweeney, la actriz más buscada de Hollywood y que generó polémica por los jeans de American Eagle

Sydney Sweeney no ha ganado un Oscar, ni falta que le hace (por ahora). Con apenas 27 años, esta actriz de rostro angelical y mirada felina se ha instalado cómodamente en el centro de atención de Hollywood. Es la mezcla perfecta de sensualidad, talento y marketing viral que le ha permitido pasar de actriz promesa a fenómeno pop global.

Pero esta vez no está en boca de todos por su trabajo frente a las cámaras, sino por una campaña publicitaria con American Eagle que ha sacudido hasta los rincones más políticamente cargados de internet. ¿La frase del anuncio? “It’s always about the jeans”, un eslogan aparentemente inofensivo que terminó desatando una ola de indignación por su lectura ambigua: ¿jeans o genes? ¿Moda o supremacismo estético?

Lo cierto es que, tras el revuelo, incluso Donald Trump salió a opinar, calificando la campaña de “fantástica” y avivando aún más el debate. Mientras tanto, Sweeney ha optado por el silencio. Ni una palabra. Ni un emoji. Ni una story. Como si supiera que en el ruido también se esculpe la fama.

La carrera detrás del escándalo

Pero sería injusto reducir a Sydney Sweeney a una polémica de pasarela. Su currículum habla por sí solo: dos nominaciones al Emmy en un mismo año por “Euphoria” y “The White Lotus”, ambas de HBO y una lista creciente de papeles que combinan riesgo, profundidad y versatilidad.

La vimos en "Once Upon a Time… in Hollywood" bajo la dirección de Quentin Tarantino, se metió en la piel de una espía en “Reality” y ha desfilado por más portadas de revista que desfiles en la semana de la moda de París.

Su papel como Cassie Howard en Euphoria fue un punto de inflexión. Con una narrativa cruda sobre autoestima, sexualidad y salud mental, el personaje conectó con una generación que consume series como si fueran manifiestos existenciales. Y Sydney lo interpretó con una intensidad desarmante.

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De estrellas del rock a jabones con su ADN

Más allá del cine, la actriz también ha sabido surfear la ola mediática con campañas que rozan lo surreal. En mayo, fue noticia por asociarse con la marca Dr. Squatch para lanzar una línea limitada de jabones “infusionados con su agua de baño”.

Y si eso no bastaba, los Rolling Stones la eligieron para protagonizar el videoclip de “Angry”, donde Sweeney se pasea en un descapotable por Los Ángeles como una estrella de los años 70, encarnando todo lo que el rock aún quiere ser: provocador, libre y sexy.

No es una estrella pasajera

Su ascenso no es un golpe de suerte ni un producto de Instagram. Comenzó actuando a los 12 años en una cinta de zombies que hoy pocos recuerdan, pero que marcó el inicio de una carrera meticulosa. Ha pasado por miniseries de autor como “Sharp Objects”, fue parte del universo Marvel con “Madame Web” (aunque la película no brilló) y ahora prepara una cinta biográfica sobre la legendaria boxeadora Christy Martin.

Además, tiene seis proyectos en desarrollo, incluida la esperada tercera temporada de “Euphoria”, mientras Hollywood le ofrece roles con nombres grandes como Ron Howard y producciones que prometen dar de qué hablar.

La nueva estrella que todos miran

Sydney Sweeney es muchas cosas a la vez: símbolo sexual, actriz versátil, influencer silenciosa, empresaria con tino y, ahora, epicentro de una controversia cultural. Y aunque muchos quieran encasillarla en el molde de “rubia explosiva con suerte”, su trayectoria sugiere otra historia: la de una mujer que sabe cómo controlar la narrativa incluso cuando decide no hablar.

Porque si algo ha dejado claro esta polémica es que Sydney Sweeney no es solo la actriz del momento. Es el momento.