Exintegrante de Locomía confiesa que sobrevive trabajando en la calle y que no recibe regalías
El músico español, recordado por su paso en la icónica banda ochentera, confiesa que sobrevive trabajando en la vía pública y que no ha recibido beneficios económicos por la película de Netflix sobre el grupo

Integrante de Locomia sobrevive del trabajo que realiza en la calle / internet
En los años dorados de los abanicos y las hombreras imposibles, Luis Font era sinónimo de glamour, coreografías milimétricas y noches interminables. Hoy, más de tres décadas después, el exintegrante de Locomía atraviesa una realidad muy distinta: ha sido visto trabajando en las calles para ganarse la vida, lejos de la maquinaria mediática que alguna vez lo elevó al estrellato.
La historia de Font, que ha circulado en redes sociales, tomó mayor fuerza tras su entrevista en Ventaneando, donde reveló que no recibe regalías de la agrupación que lo catapultó a la fama y que por la reciente película de Locomía en Netflix apenas recibió 15 mil pesos.
“La gente piensa que me lo gasté todo. La realidad es que no tengo regalías. Por la película me ingresaron 700 euros, eso es todo lo que he ganado”, confesó con crudeza.
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Ruptura familiar y soledad elegida
El músico también habló de su distanciamiento con su hermano Xavier Font, fundador de la banda, asegurando que la relación se rompió de forma pública y que las heridas no han sanado.
“La peor puñalada es la traición de un hermano. Él solo tiene la capacidad de querer a su pareja”, afirmó, sin rencor pero con la firmeza de quien ya ha cerrado un capítulo.
Un nuevo comienzo desde Morelia
Actualmente, Font vive en Morelia, ciudad que describe como “un lugar de gente buena, que me quiere y valora lo que hago”. Allí intenta levantar un nuevo proyecto musical: un álbum que no ha podido terminar por falta de recursos y un EP que busca un productor que crea en él.
“Soy Luis Font, dame la oportunidad. Puedo trabajar ya. Este es mi mayor logro: estar en un país que me quiere”, dijo con una mezcla de orgullo y esperanza.
De ídolo a sobreviviente
Para muchos de sus seguidores, la imagen de Luis vendiendo su trabajo en la calle es un recordatorio de que la fama no siempre garantiza estabilidad. Su caso expone una realidad recurrente en la industria musical: contratos injustos, ausencia de regalías y la fragilidad del éxito.
Aun así, Font no se declara vencido. Entre recuerdos de escenarios y la voluntad de volver a ellos, su historia es la de alguien que, incluso después de caer, mantiene encendida la luz de los reflectores… aunque ahora la alumbre el sol de la calle.

Viviana Hernández Bran
Licenciada en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón, UNAM. Creadora de contenido escrito y digital...


