“La hora de la desaparición”: el misterio que une a Julia Garner, Josh Brolin y 17 niños perdidos

Si en un pueblo desaparecen 17 niños de la misma clase, a la misma hora y sin dejar rastro, lo lógico es culpar a la maestra. Y en Maybrook, Illinois, eso significa apuntar los dedos y las antorchas contra Miss Gandy, interpretada por Julia Garner, una docente con más botellas vacías que premios de enseñanza. Sin embargo, en “La hora de la desaparición”, el nuevo filme de Zach Cregger, la maestra no es la villana perfecta… sino apenas la primera pista en un rompecabezas que combina gore, humor ácido y un toque de hechicería.

El resto del misterio, por supuesto, no lo sabrás hasta que te sientes en la butaca. Pero el director, el mismo que en Barbarian nos enseñó a desconfiar de los sótanos, se encarga de recordarte que las apariencias engañan… y que el verdadero horror puede estar disfrazado de rutina escolar.

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Entre la bruma, el alcohol y un policía casado

Garner describe a Miss Gandy como “una mujer frágil, con sed de conexión y un vaso siempre cerca”. Una docente que da clases no por vocación, sino porque el aula le ofrece una ilusión de estabilidad. Cuando los niños desaparecen, se convierte en blanco del linchamiento social, pero en vez de romperse por completo, se refugia en la compañía del oficial Paul Morgan (Alden Ehrenreich)… un hombre con anillo en el dedo y más problemas de los que aparenta.

“No siempre es suficiente hacer lo correcto. Ella quiere encajar y sentirse amada, aunque no sepa cómo. Esa contradicción me encantó interpretarla”, confiesa Garner.

Giros cada 20 minutos

Cregger juega con el público como un prestidigitador: justo cuando crees que tienes la historia descifrada, cambia el tono. Cada 20 minutos, un plot twist rompe la tensión o la lleva a un lugar inesperado. Y lo hace mezclando terror sobrenatural, sátira social y hasta situaciones incómodamente cómicas, de esas que parecen sacadas de una reunión familiar que preferirías olvidar.

El resultado no es la típica cinta de “sustos fáciles”. Hay rituales paganos, teorías conspirativas y miedos infantiles amplificados hasta el extremo. Y aunque recuerda a Stephen King en ciertos pasajes, el director añade un toque irreverente que convierte la historia en algo tan perturbador como entretenido.

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Una protagonista que engaña a la vista

Para Cregger, Julia Garner es un arma de doble filo: “Puede parecer frágil, pero de pronto te das cuenta de que es formidable. Eso es oro para un personaje así”. Miss Gandy no es un depredador, pero tampoco una víctima indefensa. Es un personaje lleno de matices, capaz de despertar empatía y sospecha en la misma escena.

Josh Brolin, como Archer, un padre desesperado por encontrar a su hijo, añade tensión y un carisma rudo que hace que cada enfrentamiento verbal con Garner se sienta como un duelo de ajedrez… con dinamita.

Terror con mensaje

Aunque “La hora de la desaparición” juega con elementos fantásticos, Cregger no desaprovecha la oportunidad para colar críticas a problemas reales: tiroteos escolares, crisis del fentanilo y manipulación emocional en el coaching. Es un retrato de un Estados Unidos donde el miedo no siempre es ficción.

El público ha respondido. En su primer día, la película alcanzó un 96% de aprobación en Rotten Tomatoes por parte de la crítica y un sólido 89% del público, consolidando a Cregger como uno de los directores más creativos del terror actual.

Un misterio que empieza a las 2:17 am

¿Por qué los niños desaparecen exactamente a esa hora? El director asegura que todo nació de esa pregunta. No hay una única respuesta, y ahí reside el encanto: la historia mantiene el enigma mientras el espectador intenta atar cabos… fallando con gusto.

En un género saturado de fórmulas recicladas, esta película demuestra que aún hay espacio para el riesgo, el humor raro y los sustos con personalidad.