¿Por qué a Jennifer Lopez le negaron la entrada a una tienda Chanel?

Hay cosas que no se aprenden en ninguna escuela de moda: cómo decir “no, gracias” con la gracia de quien lleva tres décadas en la cima. El pasado lunes, en Estambul, Jennifer Lopez dio una clase magistral.

La cantante y actriz, de 56 años, había aprovechado unas horas libres antes de su concierto en el Yenikapi Festival Park para recorrer Istinye Park, uno de los centros comerciales más lujosos de Turquía. Entre escaparates y vidrieras, se acercó a la puerta de Chanel, pero no llegó a cruzarla: el guardia, con gesto impecable y voz discreta, le informó que la tienda estaba “llena”.

Ella sonrió, respondió un sencillo “ok, no hay problema” y siguió su camino. Nada de cejas arqueadas, ni de súplicas al portero, ni de paparazzis empujados por el dramatismo. Solo una vuelta de página.

Chanel se da cuenta… demasiado tarde

Poco después, el equipo de la firma francesa cayó en cuenta: el portero no había reconocido a JLo. Hubo llamadas apresuradas, explicaciones y una invitación para que la estrella regresara. La respuesta fue breve y definitiva: no.

Para entonces, Jennifer ya estaba en Celine y Beymen, dos tiendas cercanas, probándose piezas exclusivas y según testigos dejando una factura que podría financiar una pequeña pasarela de moda.

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La elegancia del portazo amable

Vestida con un conjunto rosa de short y camisa oversized, gafas a juego y un aire de quien se toma la vida como viene, Lopez continuó su jornada sin una sola palabra de reproche. Quizá por falta de tiempo, quizá porque entendió que, en ocasiones, la mejor venganza es seguir caminando con estilo.