Sarah Jessica Parker le dijo adiós a Carrie Bradshaw pero nos dejó estos looks para imitar y brillar siempre

Estos son los looks que convirtieron a Carrie en mito

18/08/2025 - 18:49 GMT-6

Nadie estaba listo. Ni Nueva York, ni los cronistas de moda, ni las miles de personas que crecieron imaginando que alguna vez escribirían desde una ventana con vista al caos citadino, copa de cosmopolitan en mano. Y, seguramente, ni siquiera Sarah Jessica Parker lo estaba del todo.

Hace unos días, se apagó el latido más icónico de Sex and the City: Carrie Bradshaw, el personaje que redefinió la palabra “estilo” y convirtió cada banqueta en una pasarela. No murió, claro, pero se despidió. Y en su adiós, nos dejó sin uno de los referentes más importantes de la moda televisiva en los últimos 30 años.

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El personaje que se volvió verbo

Carrie no solo usaba ropa. Carrie vivía el vestuario como una declaración emocional, política y poética. De los tutús que bailaban con el viento al ritmo de su indecisión, hasta los vestidos imposibles que reflejaban su estado emocional: excéntrica cuando amaba, contenida cuando dolía, desafiante cuando tropezaba.

Y allí estaba siempre Sarah, prestándole cuerpo, voz y corazón a esa mujer que podía cambiar de zapatos cinco veces en una tarde y de opinión en menos de un párrafo. “Ella cruzó calles, rompió corazones y envejeció con dignidad y stilettos”, escribió Parker en una emotiva carta de despedida.

Cuando la moda dejó de ser accesorio y se volvió narrativa

Carrie fue pionera en algo que hoy damos por hecho: que el vestuario también cuenta historias. No se trataba solo de marcas ni de tendencias. Era una forma de expresarse cuando las palabras no bastaban. De allí que su clóset se convirtiera en una especie de templo pop, y su estilismo, en símbolo de liberación, rareza y feminidad sin disculpas.

Por eso, decidimos repasar algunos de los looks más icónicos de Carrie Bradshaw. No solo porque fueron bellos o audaces, sino porque cada uno fue una página de diario, un grito o una caricia. Un acto de rebeldía con tacones.

El tutú blanco del intro: símbolo absoluto de libertad, frescura y caos.

El vestido de periódico de Dior: Carrie como crítica, testigo y víctima de su propia historia.

El jumpsuit de lentejuelas en Abu Dhabi: porque ni el desierto pudo detener su glamour.

El vestido verde esmeralda de la reconciliación: una metáfora visual del “me perdono”.

El conjunto rosa + blazer vintage en su último paseo: un suspiro con tacones bajos.

Y así podríamos seguir. Porque cada look de Carrie es una frase subrayada en la historia de la moda, un giro de guion estilístico que nos enseñó que no hace falta gustarle a todos, pero sí reconocerse a una misma frente al espejo.

El legado de Carrie: más allá del clóset

Carrie fue (y sigue siendo) un arquetipo moderno de la mujer urbana: insegura pero valiente, egoísta pero honesta, contradictoria y entrañable. Su estilo no era solo aspiracional, sino profundamente emocional.

Hoy, Sarah Jessica Parker se despide de ese alter ego que habitó durante casi tres décadas. Y nos deja una ciudad sin sus pasos apresurados, una columna sin su firma y un vestidor sin sus locuras. Pero también nos deja la inspiración de vestir como si nadie estuviera mirando… o como si todo el mundo lo hiciera.

Para confirmar lo anterior, terminamos esta nota compartiéndote otros looks de Carrie que también nos deslumbraron: