Netflix dice adiós al plan básico en México: esto es lo que debes saber

Spoiler: el plan con anuncios llega para quedarse.

Netflix ha decidido dar un giro a su menú de suscripciones en México y, como suele pasar con este gigante del entretenimiento, la noticia no tardó en encender conversaciones. El plan básico, ese que durante años funcionó como el punto medio entre lo barato y lo suficiente, tiene los días contados.

A partir de octubre, los usuarios que todavía lo mantienen recibirán un “upgrade” automático, con condiciones, claro, hacia el plan Estándar con anuncios, que cuesta 119 pesos al mes.

El correo que lo confirmó

La noticia no vino de rumores ni de filtraciones: llegó directo a las bandejas de entrada. “Dejaremos de ofrecer el plan básico, y tu nuevo plan Estándar con anuncios comenzará automáticamente en tu fecha de facturación”, anunció Netflix en un correo enviado a suscriptores mexicanos.

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En ese mismo mensaje, la empresa intentó endulzar el cambio con una lista de beneficios: ahorro de hasta 30%, calidad de video en Full HD (1080p), posibilidad de ver contenido en dos dispositivos al mismo tiempo y descargas disponibles en más de un aparato. El detalle incómodo, claro, son los anuncios que interrumpirán algunas de tus series y películas favoritas.

¿Y qué pasa con los demás planes?

Netflix sigue ofreciendo tres opciones activas en México:

• Estándar con anuncios – $119 al mes. Incluye casi todo el catálogo (algunos títulos mostrarán un candado), anuncios, 1080p y descargas en dos dispositivos.
• Estándar – $249 al mes. Todo el contenido, sin publicidad, con posibilidad de agregar un miembro extra.
• Premium – $329 al mes. El paquete más completo: 4K, HDR, audio espacial y hasta seis descargas simultáneas, con opción de sumar dos miembros extra.

En pocas palabras: el que busque librarse de los anuncios tendrá que dar el salto a un plan más costoso.

El telón de fondo

La eliminación del plan básico no es exclusiva de México. Netflix ha tomado decisiones similares en otros países, apostando por su modalidad con anuncios como la puerta de entrada al catálogo. Para la compañía, se trata de una jugada estratégica: ofrece un precio atractivo y, al mismo tiempo, abre un nuevo canal de ingresos publicitarios.

Para los usuarios, en cambio, la discusión es otra: ¿vale la pena quedarse con el plan más barato si a cambio se pierden minutos en anuncios?

La decisión final

En octubre, miles de usuarios mexicanos tendrán que hacer cuentas y elegir entre ahorrar o mantener la experiencia sin interrupciones. Porque si algo ha dejado claro Netflix en este movimiento es que el plan básico, como lo conocíamos, ha llegado a su final.