Kion, la primera idol de K-pop creada con IA
Una startup tecnológica crea a la primera idol digital con aspiraciones de conquistar la industria musical
Kion K-Pop / internet
Durante décadas, el K-pop ha demostrado ser el laboratorio perfecto de la cultura pop: combina disciplina, espectáculo y narrativa con una precisión casi quirúrgica. Pero ahora, en un giro inesperado, el género más global de Corea del Sur recibe a su primera integrante que no pisa un escenario, no duerme, ni respira: Kion, un ídolo creado íntegramente por inteligencia artificial.
¿Quién está detrás de Kion?
El experimento tecnológico lleva la firma de Higgsfield AI, una joven compañía fundada por Alex Mashrabov, antiguo responsable de proyectos de IA generativa en Snap. La empresa ha sorprendido a la industria con herramientas capaces de transformar texto e imágenes en videos de estética cinematográfica. Su carta de presentación: una idol hiperrealista capaz de cantar, bailar y mostrar gestos faciales con una naturalidad que desconcierta.
Kion no es un simple holograma ni un personaje animado. Es la primera figura digital diseñada para desenvolverse dentro de la maquinaria del K-pop con la misma soltura que un grupo de carne y hueso.
¿Por qué este proyecto marca un antes y un después?
El fenómeno no es menor. El K-pop es un género que ha elevado el estándar del entretenimiento global y, en esa lógica de constante innovación, la llegada de una estrella virtual parece casi inevitable. A simple vista, Kion se confunde con cualquier otra cantante en ascenso: su rostro es expresivo, sus coreografías siguen la precisión milimétrica que caracteriza al género y su presencia en video provoca el mismo tipo de fascinación que una celebridad real.
Lo extraordinario está en el backstage: no existe un cuerpo físico, no hay ensayos interminables ni giras agotadoras. Solo un algoritmo que aprende, se adapta y se perfecciona con cada nueva interacción.
¿Qué significa para el futuro del entretenimiento?
Más allá del furor inicial, la creación de Kion plantea una pregunta mayor: ¿dónde termina la creatividad humana y comienza la de las máquinas? Higgsfield AI propone una visión en la que cualquiera puede transformarse en ídolo digital, diseñar escenas imposibles desde un teléfono móvil o producir anuncios con calidad de estudio sin necesidad de equipos millonarios.
Con más de cincuenta efectos de cámara dinámicos integrados en su plataforma y un enfoque mobile-first, la startup promete democratizar un terreno que, hasta hace poco, estaba reservado a grandes productoras. Y aunque algunos la ven ya como una posible rival de gigantes como OpenAI, su apuesta se centra en el entretenimiento: crear celebridades que nacen, crecen y evolucionan en la pantalla.
¿Estamos listos para seguir a ídolos que no existen?
El lanzamiento de Kion no es solo una proeza tecnológica, también es un espejo incómodo. La industria musical ha construido estrellas durante décadas, modelando su imagen, su discurso y su conexión con el público. La diferencia es que ahora, la estrella puede no existir más allá de unos cuantos terabytes de datos.
El público, sin embargo, parece dispuesto a aceptar el juego: el primer video de Kion logró captar la atención de millones de usuarios. El futuro del K-pop, y quizá de la música en general, podría estar escribiéndose en código.
Viviana Hernández Bran
Licenciada en Comunicación y Periodismo por la...Licenciada en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón, UNAM. Creadora de contenido escrito y digital en Los40 México, El Eco de LOS40 y W Radio. Activa en Radiópolis desde 2021.