Lady Gaga: impresiones del videoclip The Dead Dance dirigido por Tim Burton en Xochimilco

Una isla embrujada, una estrella pop y un director gótico: la combinación que encendió las redes mexicanas

Lady Gaga y Tim Burton presentan The Dead Dance / getty images

Las muñecas de Xochimilco nunca habían tenido tanto público. Cientos de pares de ojos, de plástico, de cristal, algunos ya sin párpados, contemplaron a Lady Gaga mientras filmaba su nuevo videoclip en la Isla de las Muñecas, un rincón que suele oscilar entre lo turístico y lo legendario. El resultado vio la luz este 3 de septiembre con el estreno de The Dead Dance, dirigido nada menos que por Tim Burton.

El anuncio bastó para que X, TikTok e Instagram se llenaran de memes y celebraciones. Hubo quien bromeó con que Gaga ya es la embajadora oficial de Xochimilco; otros, entre horrorizados y fascinados, imaginaron a las muñecas tomando vida propia para bailar al ritmo de la cantante. La mezcla de orgullo nacional y humor negro convirtió al videoclip en tendencia casi inmediata.

Una alianza inesperada

Burton y Gaga ya habían coincidido en la segunda temporada de Wednesday, la serie en la que la artista interpreta a Rosaline Rotwood. Pero esta vez llevaron la colaboración más allá: el director gótico encontró en la isla mexicana un escenario perfecto para su estética sombría, y Gaga lo transformó en un ritual pop con coreografía y dramatismo incluidos.

El videoclip, que forma parte del universo de Wednesday, parece fundir tres capas: la música, el cine de terror de Burton y la mitología urbana mexicana. Un cóctel que ningún algoritmo de tendencias habría podido calcular.

La leyenda que habita entre canales

No es casual que la elección del lugar haya provocado tanto ruido. La Isla de las Muñecas es uno de los paisajes más inquietantes de México. Entre chinampas y canales, el visitante se encuentra con cientos de figuras suspendidas de árboles, rejas y muelles: muñecas descoloridas, mutiladas, algunas casi convertidas en esqueletos de plástico.

La historia detrás de esta escenografía natural es aún más perturbadora. A mediados del siglo XX, Don Julián Santana Barrera, el cuidador de la isla, encontró, según cuenta la leyenda, el cuerpo de una niña ahogada en el canal. A partir de entonces, comenzó a escuchar lamentos y decidió colgar muñecas en los alrededores como ofrenda para apaciguar al espíritu. Lo que inició como un gesto aislado terminó por cubrir toda la chinampa.

Del mito local al escaparate global

Hoy, esa misma isla que suele atraer turistas ávidos de misterio se ha convertido, gracias a Lady Gaga y Tim Burton, en un escaparate global. Para muchos mexicanos, el simple hecho de que una figura pop de talla mundial haya elegido este rincón de Xochimilco se siente como un reconocimiento a la riqueza, y al escalofrío, de la cultura local.

Y si algo ha quedado claro con el estreno de The Dead Dance es que la Isla de las Muñecas no necesita moverse para dar miedo: basta con quedarse quieta, dejar que las cámaras la miren y permitir que las redes hagan el resto.

Impresiones de Dead Dance

El video de Lady Gaga para Dead Dance, una colaboración maestra con el director Tim Burton, nos transporta a un universo visualmente cautivador. La pieza audiovisual se desarrolla en el enigmático escenario de la Isla de las Muñecas en Xochimilco, un lugar que, por su propia naturaleza, ya evoca una atmósfera de misterio.

En este entorno sombrío y gótico, Lady Gaga emerge transformada. Ataviada y maquillada con la apariencia de una muñeca de pesadilla, su presencia evoca una inquietud palpable. La producción musical, por su parte, evoca reminiscencias del clásico "Thriller" de Michael Jackson, no solo en su ritmo, sino también en las coreografías que, por momentos, sugieren una danza macabra de la artista entre las muñecas inanimadas.

Además, la coreografía incorpora movimientos que nos recuerdan la célebre secuencia de baile de Jenna Ortega en la primera temporada de "Wednesday", una fusión estilística que enriquece la narrativa visual. El video se mantiene casi en su totalidad en una paleta de blanco y negro, lo que acentúa su tono siniestro. Solo hacia el final, una explosión de tonos morados irrumpe en la pantalla, robando el protagonismo y marcando un clímax visual.

Con "Dead Dance", Lady Gaga no solo ha creado una canción, sino una experiencia sensorial. Es un portal hacia lo desconocido, un espacio imaginario donde ella logra coexistir con las muñecas. Aunque la melodía no es de esas que se adhieren a la primera escucha ni deslumbra con un estribillo memorable, el video es, sin duda, su punto más fuerte, superando en impacto al propio ritmo musical.

Viviana Hernández Bran

Licenciada en Comunicación y Periodismo por la...