Esta fue la razón por la que Taylor Swift se quedó fuera del pleito legal entre Blake Lively y Justin Baldoni

En medio de uno de los litigios más mediáticos de Hollywood, el que enfrenta a Blake Lively con Justin Baldoni, apareció un nombre inesperado: Taylor Swift. El director intentó llevarla como testigo, convencido de que su presencia podía cambiar el rumbo de su defensa. Pero la jugada no prosperó: el juez Lewis J. Liman cerró la puerta y dijo que la cantante no formará parte de la etapa actual del proceso.

El reloj judicial no perdona

La decisión llegó porque los abogados de Baldoni actuaron tarde. El calendario procesal es rígido, y los plazos para sumar testigos ya estaban a punto de expirar. Baldoni pidió tiempo extra para interrogar a Swift, alegando que ella habría aceptado declarar después de cumplir compromisos profesionales, incluido el lanzamiento de su próximo álbum. El tribunal no compró ese argumento: la solicitud fue considerada fuera de tiempo y sin justificación suficiente.

¿Qué pintaba Taylor Swift en todo esto?

El intento de arrastrarla al caso no era nuevo. Desde que Lively denunció a Baldoni por acoso sexual y difamación, el director ha mencionado a Swift en varias ocasiones. Según él, la cantante estuvo presente en una reunión clave en el penthouse de Ryan Reynolds y Blake Lively, en la que supuestamente lo presionaron para aceptar cambios de guion. Incluso llegó a presentar mensajes de texto donde Lively se refería a Reynolds y a Swift como sus “dragones”, en tono de complicidad.

La narrativa de Baldoni buscaba dar peso a la idea de que Swift no era un testigo cualquiera, sino alguien que podía confirmar la dinámica de esas conversaciones. Pero el equipo de la artista respondió con contundencia: ella nunca aceptó participar de forma voluntaria y, de hecho, no tuvo nada que ver con las decisiones creativas de la película. Su relación con el proyecto se limitó a la licencia de una canción para la banda sonora.

Entre rumores, contrademandas y rechazos

No es la primera vez que Baldoni lanza dardos que terminan rebotando. Su contrademanda millonaria contra Lively y Reynolds ya había sido desestimada meses atrás. Y la idea de obtener comunicaciones privadas de Swift también fue archivada cuando sus representantes calificaron la medida de “injustificada”.

Lo que viene en el horizonte

El juicio de fondo entre Lively y Baldoni sigue programado para la primavera de 2026. En esa cita, la cantante de “Bad Blood” probablemente estará a kilómetros de distancia, enfocada en su nuevo disco, lejos de los estrados judiciales.

Por ahora, lo único claro es que Swift salió del ojo del huracán legal. Y si algo deja este capítulo es la certeza de que, aunque su nombre aparezca en la narrativa mediática, no todo rumor consigue un asiento en la corte.