Ed Sheeran prepara álbum para que salga a la luz después de su muerte, ¿de qué trata?
Un álbum que verá la luz cuando él no esté, una capilla en su finca, y una vida musical que se convierte en testamento

Ed Sheeran en la premiere de la película 'F1' / Gareth Cattermole
Ed Sheeran no sólo vive para lanzar discos hoy: también prepara lo que será su eco mañana. En alguna conversación reciente admitió que ya grabó canciones suficientes para un álbum que sólo se editará cuando él ya no esté, algo incluido formalmente en su testamento. Imagina que, al escuchar ese disco, cada canción sea una pieza de un recorrido vital: desde sus primeros acordes hasta los momentos que aún están escribiéndose.
Este álbum futuro tiene nombre: Eject. No será un mero lanzamiento póstumo cualquiera; será una compilación de sus canciones favoritas, elegidas por su esposa, Cherry Seaborn, con las grabaciones que ha ido haciendo desde los 18 años. Diez temas escogidos para materializar lo que él considera lo mejor de toda su vida creativa.
La serie simbólica: Play, Rewind, Pause… y más
El camino musical que Ed ha diseñado se estructura como una narración en varios actos. El último lanzamiento se llama Play, pero no viene solo. Venían otros álbumes como Rewind, Pause, Fast Forward, Stop, todos acompañando la metáfora del control remoto, de la cinta que se rebobina o se pausa. Y Eject llegará después, como la palabra que apaga lo inmediato y da paso al recuerdo.
Es un diseño visual y conceptual: pensar la música no sólo como lo que está pasando, sino como lo que quedará, lo que sobrevivirá al artista.
Cherry, la guardiana de las memorias
No es cualquier responsabilidad. Ed ha establecido que Cherry será quien seleccione las canciones de Eject. No quiere que alguien ajeno mezcle grabaciones sin criterio ni corazón. Él mismo le dará pistas, marcas o ideas sobre qué canciones deberían estar, pero será ella quien cierre el álbum.
Hay en esto algo muy humano: el deseo de ser coherente hasta después de la vida, de asegurarse de que el recuerdo no sea un batiburrillo de grabaciones descartadas, sino un dossier escrito con cuidado.
Un rincón para lo eterno: la capilla de Suffolk
En su finca en Suffolk, Ed construyó hace poco una capilla privada, rodeada de naturaleza, como un refugio. Lo singular es que dentro de esa capilla hay un espacio preparado para su descanso final: un hoyo con piedra encima, que no llama a la pompa sino a lo esencial. Una idea de orden frente al caos que suele venir cuando alguien muere sin dejar claro qué hacer.
La capilla no es solo para él: quiere que ahí su familia, sus hijas, sus amigos tengan un lugar donde acudir, reflexionar, recordar. Un espacio íntimo, domesticado, personal pero ritualizado.
La vida y la muerte de otras fuentes
Hay momentos que lo marcaron claramente: la enfermedad de Cherry mientras estaba embarazada, algunas pérdidas cercanas, el peso de la fama, las ganas de equilibrar las canciones con lo que importa. Todo eso ha echo que no sólo esté pensando en lo que hace, sino en lo que dejará.
Además, el paisaje que escogió, volver a Suffolk, construir en su finca, hasta comprar propiedades cercanas, revela que para Ed el legado no es solo música, sino entorno, pertenencia, raíces.
Reflexión: ¿Por qué le interesa lo póstumo?
Porque marca una urgencia: la de definir lo que permanece. La música, los recuerdos, lo que uno quiere que otros escuchen después. En un mundo donde se publican grabaciones inéditas sin permiso, compilatorios sin alma, Ed quiere que Eject sea distinto: que cada canción cuente una historia, refleje algo de lo que fue él, no solo del marketing.
Es también una invitación al oyente: escuchar no solo lo nuevo, sino mirar hacia atrás, valorar lo que no sabías que existía, conectar con quién eras cuando lo escuchaste.

Viviana Hernández Bran
Licenciada en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón, UNAM. Creadora de contenido escrito y digital...


