Tom Holland sufrió conmoción cerebral al grabar Spider-Man 4

En los rodajes de superhéroes, lo inesperado nunca está demasiado lejos. Esta vez, el infortunio alcanzó a Tom Holland, quien debió ser trasladado a un hospital en Glasgow tras un accidente durante la filmación de la cuarta entrega de Spider-Man. Lo que debía ser otra jornada de saltos, cables y coreografías de riesgo, acabó en un descanso obligado: una conmoción cerebral leve que, aunque no reviste gravedad, encendió las alarmas del equipo de producción.

La pausa obligada del héroe

De acuerdo a la información que confirman algunos medios de comunicación en las redes sociales, el actor permanecerá unos días fuera de cámara, más por prudencia que por necesidad médica.

El rodaje quedó suspendido momentáneamente el pasado viernes, lo suficiente para replantear la logística y garantizar que nada interrumpa de forma seria la cuenta atrás hacia el estreno.

El riesgo en la piel del personaje

La maniobra que desencadenó el accidente formaba parte de una secuencia de acción que, según testigos, “salió mal por cuestión de segundos”. Nadie más resultó afectado, pero el episodio recuerda que la línea entre la magia del cine y la vulnerabilidad física de sus protagonistas puede ser frágil. Holland, que suele rodar gran parte de sus escenas sin dobles, ha reconocido en entrevistas anteriores que los rodajes de superhéroes lo dejan con cicatrices reales, más allá de la ficción.

El accidente no altera por ahora el calendario oficial de Sony Pictures. La cinta, titulada provisionalmente Spider-Man: Brand New Day, mantiene su fecha de estreno programada para julio de 2026. Con ello, la saga del arácnido continúa expandiendo su universo dentro de Marvel, apuntalando a Holland como el rostro definitivo del superhéroe en esta etapa.

Entre la realidad y la épica

Lo curioso es que este tropiezo coincide con el giro narrativo que la nueva entrega promete explorar: un Peter Parker enfrentado no solo a villanos y dilemas morales, sino también a su propia vulnerabilidad. Mientras tanto, el público deberá esperar para ver cómo el actor británico, que ha sabido balancear juventud y disciplina en su carrera, retoma el traje rojo y azul tras este inesperado paréntesis.