Rosalía aparece en París con vello teñido en las axilas y enciende el debate sobre la moda y la libertad corporal

Rosalía sorprendió en la Semana de la Moda de París no solo por su outfit blanco y negro de impacto, sino porque decidió lucir vello en las axilas, teñido de blanco, generando tanto aplausos como críticas. La artista respondió con ironía a quienes intentaron avergonzarla y abrió conversación sobre la relación entre estética, cuerpo y libertad femenina.

Si algo caracteriza a la cantante es que jamás se viste solo para pasar desapercibida. A lo largo de su carrera ha hecho de su estilo un sello personal, capaz de mezclar tradición con vanguardia. Esta vez, en plena Semana de la Moda en París, apareció con un conjunto blanco y negro: top halter y falda de abertura pronunciada. Todo apuntaba a un look sofisticado y elegante, hasta que un detalle robó las miradas: llevaba el vello de las axilas teñido de blanco.

Lo que pudo haber sido un simple guiño estético se convirtió en tema de conversación global. Mientras unos lo aplaudieron como un gesto disruptivo y liberador, otros lo tacharon de “antiestético” o “antihigiénico”.

La respuesta de la Motomami

Las redes sociales se llenaron de comentarios: desde quienes cuestionaron su higiene hasta los que ironizaron sobre si debía teñir otras partes del cuerpo. Sin embargo, ella no tardó en contestar con la misma naturalidad con la que suele enfrentar los juicios públicos. A un usuario que le reprochó: “¿Y cuesta quitarse los pelos de las axilas?”, la cantante respondió con sorna: “Sí, pero aún cuesta más teñirlos, así que de nada por el servicio”.

Su contestación, breve y directa, terminó por darle la vuelta al debate: ¿realmente la estética femenina debe seguir dictada por la depilación obligatoria?

El trasfondo: mujeres, vello y prohibiciones

Lo que hizo la intérprete de Despechá no es solo un gesto estético; toca fibras históricas. La presión social hacia las mujeres para eliminar el vello corporal tiene más de un siglo. Fue a inicios del siglo XX, cuando la moda occidental empezó a dejar los brazos y piernas al descubierto, que las empresas de rastrillos y cremas depilatorias encontraron un mercado nuevo: convencer a las mujeres de que el vello era “sucio” y “poco femenino”.

Hasta antes de 1915, el vello en axilas o piernas no era un tema de vergüenza ni un tabú; fue la publicidad la que construyó la idea de que la depilación era sinónimo de elegancia, higiene y feminidad. Esa narrativa se instaló en la cultura popular al punto de volverse norma: las mujeres que deciden no depilarse aún hoy reciben críticas, como lo muestra la polémica de la cantante.

Mi opinión acerca de el acto atrevido y revolucionario de Rosalía

Algo que sin duda me llama la atención, es que más allá de las burlas, Rosalía puso sobre la mesa una conversación incómoda: ¿por qué sigue siendo noticia que una mujer muestre vello en 2025? Su gesto no solo habló de moda, sino de libertad corporal y del derecho a decidir sobre la propia imagen sin pedir permiso a nadie.

La española, fiel a su estilo, volvió a dejar claro que su forma de estar en el mundo no se negocia: ni en la música, ni en la moda, ni en su cuerpo.