Caifanes y el eterno homenaje al 2 de octubre, ¿cuál es la historia detrás de “Antes de que nos olviden”?

A la fecha escuchamos esas canciones y nos remueven los nervios, los sentimientos, todo…

Saúl Hernández de Caifanes / getty

Las canción “Antes de que nos olviden” no solo es parte esencial del repertorio de Caifanes, también representan uno de los diálogos más íntimos entre el rock mexicano y la memoria colectiva del 2 de octubre de 1968, fecha marcada por la masacre estudiantil en Tlatelolco.

El 2 de octubre no se borra. En las calles, en los murales, en los testimonios orales y también en la música, ese día sigue respirando. Cuando Caifanes irrumpió en la escena musical a finales de los ochenta, el rock en México ya había sido un refugio de inconformidad. Pero fue con “Antes de que nos olviden”, lanzada en 1990 dentro del disco El Diablito, que la herida de Tlatelolco encontró una de sus expresiones más poéticas y dolientes.

La canción, escrita por Saúl Hernández, nació de un recuerdo familiar. De niño vio a su hermana volver a casa con lágrimas tras las noticias del 68; aquel momento, incrustado como un fragmento de angustia, se transformó décadas después en versos que claman: “Antes de que nos olviden, haremos historia”. No era solo un canto, era un compromiso con quienes fueron silenciados.

Una canción escrita en diez minutos

Pocas veces la inspiración llega como un relámpago. Hernández relató que bastaron diez minutos para dar forma a la letra. Y quizá esa rapidez no fue descuido, sino la urgencia de un sentimiento acumulado durante años. La voz áspera del intérprete y la cadencia sombría del tema hicieron de la canción un himno contra el olvido, coreado en plazas, conciertos y vigilias con la misma intensidad con la que se encienden las veladoras en la Plaza de las Tres Culturas cada aniversario.

Rock, resistencia y legado

La canción es un recordatorio de cómo el rock mexicano se convirtió en un archivo emocional de la historia reciente. En cada acorde de Caifanes se cruzan la herida y la resistencia, la memoria y la necesidad de que la justicia, aunque tardía, llegue algún día.

El 2 de octubre sigue siendo una herida abierta. Y cada vez que suenan estas canciones, se vuelve claro que, como advirtió Hernández, la historia no termina hasta que se canta, se recuerda y se defiende.

Con información de Infobae.

Viviana Hernández Bran

Licenciada en Comunicación y Periodismo por la...