Este es el origen de los zombies: desde el vudú haitiano hasta la cultura pop

De esclavos sin alma en los rituales del vudú a íconos del cine y los videojuegos: así evolucionaron los zombies, los muertos vivientes que siguen cautivando a generaciones enteras

Origen de los zombies del vudu haitiano a la cultura pop / gremlin

Antes de ser criaturas que devoran cerebros en pantallas y videojuegos, los zombies fueron parte de un miedo más profundo, más humano. Nacieron entre los ecos de los tambores africanos y las sombras del Caribe, en el corazón del vudú haitiano, donde la línea entre la vida y la muerte era tan delgada como el aliento.

En esa cosmovisión, morir no era el final. El cuerpo podía ser devuelto a la vida por un bokor, un hechicero capaz de manipular el alma de otro. No se trataba de resucitar en gloria, sino de volver sin voluntad. El zombi original no era un monstruo violento: era un esclavo eterno, condenado a trabajar bajo la orden de quien lo había reanimado.Era, en realidad, una metáfora del dolor colectivo de un pueblo marcado por la esclavitud, donde perder el alma era la última tragedia posible.

De los ritos al celuloide: cuando el muerto viviente aprendió a caminar

Con el tiempo, la historia cruzó el mar. Los viajeros y escritores del siglo XX escucharon rumores de cuerpos que volvían de la tumba en Haití, y los llevaron a la literatura occidental. Así, el zombie empezó a transformarse en leyenda moderna.

El cine fue su segundo nacimiento. En 1932, White Zombie lo presentó al mundo como una criatura hipnótica, un esclavo de la magia negra. Pero tres décadas después, un joven cineasta llamado George A. Romero lo reinventó por completo. En Night of the Living Dead (1968), los muertos ya no obedecían a nadie. Eran una masa devoradora, sin conciencia ni propósito, espejo de los miedos sociales de la época: la guerra, el racismo, la pérdida de control.

A partir de entonces, el zombie se volvió una criatura del caos. Dejó atrás los rituales y los hechizos para convertirse en una pandemia ficticia, un apocalipsis que, curiosamente, revelaba más sobre los vivos que sobre los muertos.

White Zombie película / internet

El espejo del miedo moderno

¿Por qué estas criaturas siguen fascinando tanto? Tal vez porque cambian con nosotros.En los años 2000, películas como 28 Days Later y World War Z reescribieron el mito: ahora los muertos corrían, infectaban, se multiplicaban. Ya no eran producto del vudú, sino de virus, laboratorios o errores humanos. El miedo había mutado: del hechizo al contagio, del brujo al científico.

Y en medio del caos digital, el zombie se volvió símbolo del propio sistema que lo consumía: cuerpos en automático, consumidores sin alma, gente que sobrevive pero no vive. No por nada, series como The Walking Dead o videojuegos como Resident Evil convirtieron al muerto viviente en un espejo de nuestra era hiperconectada.

Los muertos que nunca mueren

Hoy, los zombies bailan en TikTok, protagonizan desfiles de Halloween, invaden cómics, memes y festivales. Son tan familiares que ya no asustan… pero siguen representando algo más profundo.En cada disfraz ensangrentado hay un eco antiguo, un susurro del Caribe, un recordatorio de que la pérdida de la voluntad, de la libertad, es el verdadero horror.

Esa es la magia del zombie: puede cambiar de forma, de ritmo, de rostro, pero nunca de esencia. Es la metáfora que no muere, el miedo que se reinventa. Desde los rituales del vudú haitiano hasta las pantallas del siglo XXI, sigue caminando, torpe, tambaleante, pero eterno, entre los vivos.

Viviana Hernández Bran

Licenciada en Comunicación y Periodismo por la...