Todos los detalles de “It: Bienvenidos a Derry”, la serie que cuenta el origen de Pennywise

El payaso más temido del cine vuelve a las sombras. “It: Bienvenidos a Derry”, la nueva serie de HBO Max, reconstruye el nacimiento del mal en el pueblo más atormentado de la literatura de Stephen King, con una propuesta que no solo expande su universo, sino que redefine la forma en que se cuenta el terror.

Antes de que los niños de los Losers enfrentaran a Pennywise en las películas de 2017 y 2019, hubo un pueblo, Derry, que ya respiraba miedo. Ambientada en 1962, la serie explora cómo esa calma aparente se descompone entre el eco de la Guerra Fría, la discriminación racial y una sensación de amenaza invisible que se filtra en cada esquina.

El comandante Hanlon (interpretado por Jovan Adepo) llega con su familia a este lugar que parece dormido bajo la niebla. Pero en Derry, nada duerme por mucho tiempo. La desaparición del pequeño Matty Clements se convierte en el punto de quiebre de una historia donde los monstruos no solo se esconden bajo la cama, sino también en la mente y en los prejuicios de los adultos.

Una mirada al horror más puro

El director Andy Muschietti, acompañado nuevamente por su hermana Barbara Muschietti, vuelve a jugar con la estética oscura y simbólica que definió su bilogía cinematográfica. Sin embargo, esta vez decide ir más allá: el terror no se grita, se respira.El primer episodio, que ya ha dejado al público en shock, se atreve a prescindir de los clichés del género para abrazar una narrativa más atmosférica, donde la cámara observa con una crueldad casi poética cómo la realidad se distorsiona y las heridas personales se vuelven carne.

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La serie mantiene una continuidad visual impecable gracias al trabajo de Paul Denham Austerberry en el diseño de producción, pero también incorpora nuevos matices: un humor negro corrosivo, una crítica social disfrazada de pesadilla y la certeza de que el horror, en realidad, nunca se va.

Los niños que heredan el miedo

Los jóvenes protagonistas, Teddy, Phil, Lilly y Ronnie, representan una generación perdida entre la inocencia y la desconfianza. Enfrentan no solo la desaparición de su amigo, sino un mundo que no los escucha. La serie se adentra en sus traumas y soledades, utilizando a Pennywise como espejo de los miedos reales: el acoso, la represión familiar, la incomunicación.El mal se manifiesta en cada uno de ellos de forma distinta, y eso es lo que vuelve a Derry un espacio tan humano como aterrador.

El ciclo eterno del horror

Según los creadores, “It: Bienvenidos a Derry” está concebida como una trilogía en la que cada temporada retrocederá 27 años, el mismo ciclo con el que la criatura despierta en la novela original.La segunda entrega viajaría a 1935, y la tercera, aún más atrás, a 1908, cuando los primeros destellos del mal comenzaron a anidar bajo las alcantarillas del pueblo.Esa estructura no solo honra la mitología creada por King, sino que permite entender a Pennywise como algo más que un monstruo: como una entidad que se alimenta de los miedos colectivos, del odio, de la paranoia, del silencio.

Stephen King y su aval: cuando el maestro aprueba el miedo

La serie cuenta con el respaldo directo de Stephen King, un detalle que no es menor. Según Barbara Muschietti, el autor dio “su apoyo total” al proyecto, lo que otorgó a los creadores libertad para explorar territorios inexplorados dentro de su universo.El resultado es un homenaje respetuoso pero audaz: un relato donde lo sobrenatural y lo político se entrelazan hasta volverse indistinguibles.

Más allá del espectáculo, Bienvenidos a Derry plantea una pregunta inquietante: ¿qué crea realmente a un monstruo?En el fondo, la serie sugiere que el verdadero horror no nace del maquillaje ni de los colmillos, sino de la incapacidad humana para mirar sus propias sombras.Como en toda gran obra de Stephen King, los demonios interiores se confunden con los exteriores, recordándonos que el miedo no se exorciza… solo cambia de forma.