Razones para ver la serie de la chica que come tierra y encuentra desaparecidos: ¿dónde verla y cuándo se estrena?

En un rincón de Buenos Aires, una adolescente sin nombre descubre que el dolor tiene sabor a tierra. Traga un puñado en el entierro de su madre y, de pronto, ve lo que nadie quiere ver: los cuerpos ocultos, las ausencias que el sistema decide olvidar. Así nace “Cometierra”, la novela debut de Dolores Reyes, convertida hoy en una serie de Prime Video que se estrenará el 31 de octubre y que promete remover mucho más que emociones.

La historia, a medio camino entre el realismo mágico y el horror social, habla de una joven que vive en los márgenes, entre el polvo, la música y la violencia de un barrio que devora sus propias esperanzas. A través de su extraño don, o maldición, Cometierra se vuelve la voz de las desaparecidas, una médium involuntaria que revela, comiendo la tierra, lo que el Estado se niega a buscar.

Una historia escrita desde la herida

La novela es una especie de oración profana sobre la violencia machista y la impunidad. Su autora, Dolores Reyes, narra desde una voz adolescente, lírica y feroz, que convierte la mugre en poesía y la injusticia en resistencia. La protagonista no tiene nombre, porque podría ser cualquiera: una hermana, una vecina, una amiga que nunca volvió.

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En su universo, las botellas con tierra llegan a su casa como ofrendas desesperadas. Las madres, hermanas o novias le dejan un puñado del último lugar donde vieron a sus seres queridos, esperando que ella, esa chica flaca, silenciosa, que mira distinto, pueda decirles lo que la justicia no.

Leer Cometierra no es solo leer una historia: es entrar en el vientre de una región herida, donde las ausencias pesan más que los cuerpos.

Cinco razones para leer el libro “Cometierra”

1. Por su voz poética y brutal: Reyes escribe con una crudeza que duele y al mismo tiempo hipnotiza. Cada frase es una bofetada convertida en verso.

2. Por su intimidad visceral: La relación entre Cometierra y su hermano Walter retrata una niñez sin tregua, una adolescencia entre la carencia y la ternura que resiste.

3. Por la dimensión del don: Comer tierra no es una metáfora, es un acto físico, casi religioso, que la conecta con los muertos y la desgarra por dentro.

4. Porque fue censurada y celebrada: El libro generó debate y controversia en distintos países, lo que confirma su potencia política.

5. Porque es una novela negra sin detectives: Aquí no hay policías heroicos, solo una chica que ve lo que los demás prefieren ignorar.

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De Argentina a México: la serie que transforma el dolor en espejo

Esta adaptación traslada la historia a México, un país donde la crisis de desapariciones y feminicidios adquiere proporciones casi imposibles de narrar. En la serie, la protagonista se llama Aylín, y su don conecta no solo con la tierra, sino con la espiritualidad mexica, reforzando un vínculo ancestral entre lo sagrado y lo trágico.

El elenco, encabezado por Lilith Curiel y con la participación de Yalitza Aparicio, promete una interpretación cargada de fuerza simbólica y autenticidad. Aparicio da vida a una maestra que intenta acompañar a Aylín en su proceso, en medio de un entorno que parece condenado a la violencia.

Visualmente, el proyecto apuesta por una estética oscura y mística, donde la cámara se mueve entre el polvo, el humo y la luz quebrada de los altares. La serie no busca asustar, sino recordar; no pretende consolar, sino incomodar.

Una ficción que no se calla

Cometierra no es un producto de entretenimiento más: es una memoria colectiva disfrazada de ficción. En su versión televisiva, se convierte en un llamado urgente a mirar de frente una realidad que muchas veces se prefiere maquillar.

La serie no solo reinterpreta una historia literaria; reabre una conversación necesaria sobre las mujeres que faltan, sobre los nombres borrados de los titulares y sobre el poder que tiene el arte para escarbar donde la justicia no llega.