Charlie Hunnam y el estremecedor proceso que tuvo que seguir para convertirse en Ed Gein, ¿logró salir del personaje?
Su transformación no solo fue física, también lo arrastró a una zona emocional tan profunda que necesitó un ritual para despedirse del personaje

La historia de Ed Gein / internet
Hay interpretaciones que se actúan, y otras que se habitan. Charlie Hunnam, conocido por películas como Titanes del Pacífico o El rey Arturo: la leyenda de la espada, cruzó esa frontera interpretando al hombre que inspiró a los villanos más perturbadores del cine: Norman Bates, Leatherface y Buffalo Bill.
En Monstruo: La historia de Ed Gein, la serie ya disponible en Netflix, el intérprete británico no solo reconstruye la apariencia del asesino, sino también su deterioro mental. Para lograrlo, perdió más de 13 kilos, estudió archivos de audio reales de Gein y pasó semanas aislado, intentando comprender la lógica de un hombre que hablaba con los cuerpos que desenterraba.

Charlie Hunnam / Axelle/Bauer-Griffin

Charlie Hunnam / Axelle/Bauer-Griffin
Dentro de la mente del monstruo
La preparación de Hunnam fue meticulosa y, según confesó en entrevistas, emocionalmente devastadora. Pasó noches escuchando una cinta de 70 minutos donde Gein describe sus crímenes con una voz infantil y vacía. Esa experiencia lo persiguió incluso fuera del set: pesadillas, pensamientos oscuros y un miedo constante a no poder “salir” del personaje.
El intérprete se enfrentó a un dilema clásico del método actoral extremo: ¿hasta dónde debe llegar un actor para representar la oscuridad sin dejar que lo consuma? Su respuesta fue simbólica: al terminar el rodaje, viajó a Wisconsin, visitó la tumba de Gein y, según dijo, “enterró” al personaje. Un acto que más que superstición, fue catarsis.
Más allá del crimen: un espejo del alma humana
Aunque el relato de Gein es, sin duda, uno de los más perturbadores del siglo XX, con asesinatos, necrofilia y objetos confeccionados con restos humanos, la serie busca ir más allá del morbo. Hunnam insistió en que su interpretación debía servir para reflexionar sobre la salud mental, la soledad y la descomposición de una mente enferma, más que para recrear el horror.
En tiempos donde las series de true crime se consumen como entretenimiento ligero, Monstruo: La historia de Ed Gein recuerda que detrás de cada asesino hay una sociedad que no supo mirar a tiempo.
Y que los crímenes de Ed Gein ocurrieron entre las décadas de 1940 y 1950 en Plainfield, Wisconsin, y estremecieron a todo Estados Unidos. La policía encontró en su casa máscaras hechas de piel humana, restos óseos convertidos en mobiliario y los cuerpos de mujeres desaparecidas.De esa historia nacieron los monstruos más emblemáticos del cine de terror, pero también un símbolo: el horror como espejo del deseo reprimido y la moral fracturada.
El trabajo de Charlie Hunnam no solo consolida su reputación como uno de los actores más comprometidos de su generación, sino que redefine el alcance emocional del cine de terror psicológico. Lo que hizo no fue representar al monstruo… fue mirarlo de frente, reconocerlo, y después intentar dejarlo ir.

Viviana Hernández Bran
Licenciada en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón, UNAM. Creadora de contenido escrito y digital...


