Belinda ahora se hace llamar “La Bruja del Pop”, ¿por qué y cuál fue el poderoso mensaje que compartió?

Mientras la élite social mexicana se vestía de ultratumba para conmemorar el Día de Muertos, Belinda, la eterna princesa del pop mexicano, alzaba su cetro en el décimo aniversario del “Beliween”. La cita, más que una fiesta de disfraces, se ha convertido en un teatro de empoderamiento donde la artista de 36 años ha orquestado una sutil, pero rotunda, declaración de principios que ahora la hacen sacan su más auténtica personalidad.

Y es que Beli compartió en sus redes sociales un manifiesto de resiliencia revestido de glamour ancestral.

“La Bruja del Pop”: el nuevo rostro del poder femenino

La autoproclamación como "La Bruja del Pop" no es un mero capricho estético para la celebración de Halloween; es una redefinición de su propia marca personal. El mensaje, difundido en las historias de la red social Instagram durante el evento, traza un retrato elocuente de su estado anímico y combativo:

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“La ‘bruja del pop’ aparece cuando el universo decide que ya es hora de brillar con tu poder sin pedir perdón por ello. Es la fusión entre el glamour y la magia ancestral; la reina que mezcla hechizos con highlighter, lágrimas con purpurina y heridas con beats de pop celestial”.

Este párrafo, directo y cargado de intención, funciona como una respuesta velada a quienes la han "juzgado por su brillo" o por ser percibida como "demasiado". La diva transforma las críticas en virtud, elevando su "ser mucho" a la categoría de "don".

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Del canto al gruñido: una reinvención estética

El tono de la misiva se torna aún más crudo y empoderador al final, donde Belinda sugiere una metamorfosis artística y personal. La "bruja de pop" ha mudado su piel, y ahora, "en lugar de cantar, ahora gruñe". Esta analogía sugiere el cambio de una figura dulce y melódica a una "criatura indomable" que ha encontrado su voz más aguerrida y feroz en la adversidad.

"Se ha convertido en su forma más indomable, una criatura que podría reírse en un club subterráneo, mientras el mundo arde a su alrededor", reza el texto. Es la imagen de la artista inasequible, dueña de su narrativa, que se ríe de las llamas mediáticas mientras sigue creando su universo.

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El Beliween: una tradición de diez años a la medida de la Celebrity

La fiesta, que este año incluyó el ingenioso disfraz de Greta, la Gremlin femenina, un guiño al cine de los ochenta que fusiona lo tierno con lo monstruoso, no es un evento pasajero. Belinda reveló que el Beliween se gestó hace ya una década, cuando apenas era un proyecto íntimo entre diez personas.

El crecimiento de este festejo, que ha pasado de ser una idea embrionaria con "bocetos, moodboards y sketches " a convertirse en "una tradición, un universo, un vibe eterno" para sus seguidores, refleja la precisión con la que la artista construye su imagen pública. Cada detalle, cada disfraz (que en años anteriores incluyó a Pinhead de Hellraiser o Lilith de Diablo), es un hito estético que refuerza su posición como la anfitriona definitiva de la "Temporada de la Bruja" en México, posicionándola como la contraparte latinoamericana de la mismísima Heidi Klum en la cultura del celebrity y el Halloween.