Conoce la nueva red social creada con IA que busca ser la competencia directa de TikTok

La esfera de las redes sociales está a punto de presenciar un sismo tectónico, y su epicentro se ubica, una vez más, en las oficinas de OpenAI. La compañía de Sam Altman se aventura en el terreno de las plataformas sociales con el lanzamiento inminente de una aplicación que, a primera vista, emula el adictivo formato de TikTok: un feed infinito de vídeos verticales con un sofisticado algoritmo de recomendación. No obstante, la singularidad de esta propuesta es fundamental y audaz: todo el contenido es generado por inteligencia artificial.

La nueva plataforma operará exclusivamente con vídeos creados a través de Sora 2, la versión más avanzada del modelo de OpenAI para la generación de clips a partir de prompts (instrucciones textuales). Los usuarios, en una ruptura total con el paradigma actual, no podrán subir material propio grabado o importado. Solo clips sintéticos, de hasta 10 segundos, diseñados a base de texto. Este giro no es solo una novedad técnica; es una declaración de intenciones sobre la primacía del contenido artificial en la próxima década digital.

"El valor de la nueva red social no reside en lo que grabamos, sino en lo que somos capaces de imaginar. Es la democratización de la producción audiovisual a golpe de texto”.

La Ficción se encuentra con el rostro real: el factor humano y la verificación

Aunque el corazón de la aplicación es la IA, OpenAI ha ingeniado un puente cautivador con la realidad: la función de verificación de identidad y los cameos.

Aquellos usuarios que opten por verificar su imagen podrán integrar su propio rostro en los vídeos generados por IA, ya sean creados por ellos mismos o por terceros. ¿Te imaginas protagonizando un sketch en el espacio o compartiendo una aventura imaginaria con un amigo, todo sin moverte del sofá? Esta función de "cameo" de personajes, que permite generar avatares digitales reutilizables, ofrece una capacidad de personalización sin precedentes y otorga una capa de realismo y pertenencia al contenido sintético.

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Para abordar la sensibilidad que conlleva la imagen personal en un entorno artificial, la aplicación incluirá una notificación obligatoria cada vez que la imagen de un usuario verificado sea utilizada en un prompt, incluso si el vídeo final no llega a publicarse. Este mecanismo, aunque preliminar, busca establecer un control y un resguardo de la identidad en el vasto universo del deepfake lúdico.

El Cáncer del Copyright

Más allá de las virtudes técnicas, el lanzamiento de esta plataforma aviva la llama de uno de los debates más candentes de la era digital: los derechos de autor. OpenAI está implementando un polémico modelo de exclusión voluntaria (opt-out) para el entrenamiento de sus algoritmos.

En términos sencillos y jurídicos, esto significa que la empresa asume que todo el contenido con copyright puede ser utilizado para entrenar sus modelos (incluyendo Sora 2), a menos que el creador o titular de los derechos se haya excluido explícitamente de este proceso.

Según informes del Wall Street Journal, la compañía ya ha comenzado a notificar a estudios y agencias de talentos sobre esta política, invirtiendo la carga de la prueba y la responsabilidad. De esta forma, si un cineasta, músico o artista no levanta la mano para decir "no usen mi material", OpenAI da por sentado que tiene vía libre para la ingesta de datos. Esta práctica, que contrasta con el modelo tradicional de solicitud de permisos (opt-in), genera una enorme preocupación en la industria creativa, la cual teme una explotación masiva de su acervo cultural sin la debida compensación ni control sobre el uso de su propiedad intelectual.

La Guerra del Vídeo IA: Una Carrera por el Dominio de la Interfaz

La nueva app es más que un producto: es un movimiento estratégico en la creciente carrera de los gigantes tecnológicos por controlar la interfaz de consumo de contenido generado por IA.

• Meta y Vibes: Mark Zuckerberg ha respondido con el lanzamiento de Vibes, una sección dentro de su app de Meta AI dedicada también a vídeos cortos generados por texto. La diferencia, por ahora, radica en que Vibes se enfoca más en la comunidad de creadores, mientras que la propuesta de Sora 2 es completamente endógena, es decir, todo se produce dentro de la IA.
• Google y Veo: Por su parte, Google no se queda atrás y ha integrado su modelo de generación de vídeo, Veo 3, directamente en el ecosistema de YouTube, asegurando así su presencia en el mayor repositorio de vídeos del mundo.

En el corto plazo, esta nueva app social de OpenAI no solo competirá por la atención de los usuarios con TikTok o Instagram Reels, sino que abre la puerta a modelos de monetización directa en el feed, algo que la compañía ya ha empezado a explorar con la funcionalidad de compras directas (Instant Checkout) en su chatbot ChatGPT para productos de Etsy y Shopify. La frontera entre el entretenimiento, la creación y el comercio se desvanece a una velocidad vertiginosa.