Morras Malditas: el libro de seres sobrenaturales que no sabías que existían en México
Jannis y Maldo viajan entre montes, lenguas y leyendas para dar voz a los espíritus de México en su libro Morras Malditas. Un viaje entre la memoria y el poder de contar
Libro Morras malditas / instagram
Cuando Jannis y Maldo hablan de miedo, lo hacen con una sonrisa. No porque no les asuste nada, sino porque aprendieron a mirar de frente aquello que nos enseñaron a temer. Son las creadoras del popular podcast Morras Malditas, un espacio que entrelaza el horror, la tradición oral y la irreverencia femenina. Pero ahora su voz se imprimió en papel: Morras Malditas, el libro publicado por Penguin Random House, es una bitácora de carretera, un homenaje a los relatos que sobreviven a la velocidad del olvido.
“Siempre dábamos voz a las historias que nos mandaba la gente por correo”, cuenta Jannis. “Hasta que un día, Penguin nos escribió. Querían que hiciéramos un libro. Así empezó todo”.
Lo que siguió fue una travesía entre la Mixteca oaxaqueña, la zona zapoteca y la región mayo de Sonora, donde ambas viajaron solas, con una grabadora, un traductor y una fe absoluta en la palabra ajena. “Entrevistamos a abuelas y abuelos que nos contaron historias sobrenaturales en mixteco”, recuerda Jannis. “Comimos con ellos, caminamos el monte donde se aparecían esos seres. Fue vivir la leyenda en carne propia”.
Del micrófono al papel: la crónica de un país embrujado
El salto del podcast al libro, dicen, fue natural. “Llevamos años narrando historias, pero estas no son las clásicas”, explica Maldo. “Descubrimos seres que ni siquiera sabíamos que existían. México es una cultura riquísima en mitología y tradiciones sobrenaturales, y eso nos emociona”.
El libro, más que una antología, es un mapa afectivo del país profundo. No hay un guion ni un filtro editorial que determine qué historia “merece” estar. “Fuimos fieles a lo que el camino nos ponía enfrente”, dice Jannis. “Llegábamos a un pueblo y la gente nos decía: allá hay un lugar de encanto. Y allá íbamos. Lo que contaban, lo escribíamos. Es una crónica del azar y del destino”.
Entre los pasajes más curiosos de su libro, mencionan el encuentro con doña Malena, en Santa Catarina Ixtepeji, quien les hizo una limpia “con todos los elementos de la tradición”. Lo que parecía un ritual antiguo reveló su lado contemporáneo: “Ahora puedes conseguir la pomada para curar de espanto en una farmacia”, ríen. “Este arte también se moderniza”.
Lo sagrado y lo personal
Detrás de cada relato, hay algo más que investigación. “Durante el proceso, tuve una manifestación sobrenatural relacionada con mi mamá”, confiesa Jannis. “Fue muy fuerte. Esa historia está en el libro, y me marcó profundamente”. Lo que nació como exploración terminó siendo también un proceso de sanación y reconexión familiar.
En su viaje, las Morras Malditas descubrieron que el terror mexicano no es uniforme: cambia con el clima, la lengua y la memoria. “En Sonora, por ejemplo, encontramos una historia en el pueblo de mi papá, San Rafael de Ures. Hablan de un indio que tiene maldito a todo el pueblo. Jamás imaginé que algo así existiera allí”.
Ritual, identidad y poder visual
Las Morras Malditas no sólo cuentan historias, las intencionan. “Somos personas de rituales, intencionamos todo lo que hacemos”, dice Maldo. “Somos Morras Malditas y esa es nuestra propia religión.”
Esa intención también se traduce en su estética visual: morado y negro como bandera en su libro, y una reconciliación simbólica con el rosa. “El morado siempre se ha ligado a la brujería, pero también era un color reservado a la gente con mucho poder”, explica Maldo. “Y el rosa… bueno, durante mucho tiempo se vio como un color débil. Nosotras lo transformamos: ahora el rosa es poder”. Todo el diseño del libro fue hecho por ellas, a mano, con paciencia y rebeldía. “Es un libro cien por ciento nuestro”.
Lo que quieren dejar en el lector
Más que provocar miedo, buscan despertar curiosidad. “Queremos que la gente le pregunte a su mamá o a su abuela qué historias contaban en sus pueblos”, dice Maldo. “Que recuperen esas leyendas familiares, esas charlas nocturnas que nos conectan con lo que fuimos”.
El libro no es solo una antología de espantos, sino una invitación a reconectar con las raíces. “Estamos en un buen momento para abrazar lo nuestro. Todos tenemos un ancestro que migró, pero en los pueblos siguen vivas las historias que quieren sobrevivir a través de la narración oral”, reflexionan.
Y para quienes prefieran escucharlas, anuncian una sorpresa: “Ya viene el audiolibro de Morras Malditas, para que la gente lo pueda disfrutar con nuestras voces”.
Morras Malditas es más que un libro: es un hechizo colectivo, una ofrenda al México profundo que sigue contándose a sí mismo en la voz de las mujeres.
Porque al final, como dicen ellas: “creer en la palabra, en el misterio y en el poder de narrar para no olvidar”.
Viviana Hernández Bran
Licenciada en Comunicación y Periodismo por la...Licenciada en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón, UNAM. Creadora de contenido escrito y digital en Los40 México, El Eco de LOS40 y W Radio. Activa en Radiópolis desde 2021.