La interpretación metalera de Miss Mundo Chile que nos dejó a todos con la boca abierta

La concursante desafió los estereotipos y conquistó al público con una voz gutural que mezcla oscuridad, rebeldía y poder escénico

Ignacia Fernández / instagram ignacia fernadez

Ignacia Fernández no necesitó una corona para volverse viral. Bastó con un micrófono, un riff y una voz desgarradora para romper el molde del certamen Miss Mundo Chile, donde su interpretación de metal estremeció tanto al jurado como a la audiencia. En cuestión de horas, el video de su presentación se expandió por redes sociales, convirtiéndola en símbolo de una nueva generación que entiende que la belleza también puede ser feroz.

Con 27 años y una personalidad magnética, Ignacia dejó claro que la feminidad no está reñida con la fuerza. Su participación en la semifinal del concurso, transmitida por televisión nacional, la catapultó como una de las favoritas del público, que le otorgó el voto popular y el reconocimiento al mejor talento.

Una voz nacida entre la oscuridad y el metal

Oriunda de Santiago y representante de la comuna de Las Condes, Ignacia lleva más de una década en el mundo del modelaje. Pero detrás de su porte elegante habita una vocalista de metal progresivo que canaliza sus emociones entre acordes densos y guturales precisos.

Es la voz principal de Decessus, banda chilena que explora los sonidos más oscuros del death metal progresivo. Durante la gala de talentos no subió al escenario con su grupo completo, pero interpretó una canción original junto al guitarrista Carlos Palma, dejando al público sin aliento.

Un regreso con revancha y un propósito claro

No era la primera vez que Ignacia intentaba conquistar el título de Miss Mundo Chile. Ya había participado en la edición anterior, aunque aquella experiencia no fue del todo grata. Este año decidió regresar, decidida a escribir su propia historia. Su objetivo no era solo obtener una corona, sino romper prejuicios y abrir un espacio para quienes no encajan en los cánones tradicionales.

“El metal ha sido parte fundamental de quién soy: mi refugio, mi fuerza y mi propósito”, confesó en una entrevista reciente. Su testimonio resonó entre jóvenes que, como ella, buscan ser auténticos sin renunciar a su esencia.

La mujer detrás del rugido

Ignacia mide 1.70 m, es Géminis y tiene una energía que combina dulzura con determinación. Su color favorito es el amarillo, quizá por su luminosidad, o tal vez por la energía que transmite, y su grupo de cabecera es Epica, pioneros del metal sinfónico.

Su tema favorito, “Absolute Hope, Absolute Hell” de la banda estadounidense Fit for an Autopsy, es un espejo de su espíritu: intensidad, resistencia y catarsis. Además de cantar, modelar y participar en certámenes, sueña con viajar a Islandia, disfruta del baloncesto y milita activamente contra las corridas de toros.

En el escenario, su alter ego aparece con piercing en la nariz, cabello suelto y mirada desafiante: una diosa del metal que no busca aprobación, sino conexión.

Lo que viene para Ignacia Fernández

El éxito mediático de su interpretación le abrió nuevas puertas. Con su banda Decessus, prepara el lanzamiento de su álbum debut y una presentación programada para el 16 de enero de 2026 en la Sala Metrónomo de Santiago, una de las más emblemáticas del circuito alternativo chileno.

Más allá de los aplausos, Ignacia está decidida a mantener su autenticidad. Sabe que su voz, entrenada con disciplina, acompañada de ejercicios de relajación y cuidado vocal profesional, es su principal herramienta de libertad. Cada nota gutural que emite es un manifiesto: el de una mujer que se rehúsa a ser solo una cara bonita.

Ella no solo canta; cuestiona, inspira y redefine lo que significa ser una reina. En un mundo que todavía mide la belleza en silencios, ella eligió gritar.Y ese grito, tan poderoso como sincero, podría ser el más hermoso de todos.

Viviana Hernández Bran

Licenciada en Comunicación y Periodismo por la...