Creador de Breaking Bad regresa a la pantalla con Pluribus, una serie tan audaz como desconcertante
Una historia sobre la infelicidad, el aislamiento y la paradoja de un mundo que ha hecho de la felicidad su mayor amenaza
Pluribus / instagram
Doce años después de despedirse de Breaking Bad y tras cerrar con broche de oro Better Call Saul, Vince Gilligan ha decidido romper su propio molde. Pluribus, su nueva serie disponible en Apple TV+ desde el 7 de noviembre, es una apuesta inesperada: un relato que se mueve entre la ciencia ficción, la comedia negra y el drama existencial.
En esta ocasión, Gilligan deja atrás las fórmulas del crimen y el antihéroe moralmente ambiguo para explorar otro tipo de oscuridad: la del alma humana. Pluribus cuenta la historia de una mujer que, pese a tenerlo todo, vive consumida por una tristeza inexplicable. Su mundo, perfectamente ordenado, tecnológicamente avanzado y emocionalmente hueco, se derrumba cuando un extraño suceso la deja completamente sola.
La serie arranca con una premisa tan absurda como inquietante: “la persona más infeliz del planeta debe salvar al mundo de la felicidad”.
Rhea Seehorn, el alma detrás del caos
Gilligan no podía haber elegido mejor compañera creativa. Rhea Seehorn, inolvidable por su papel como Kim Wexler en Better Call Saul, vuelve a ponerse a sus órdenes, esta vez en un registro que roza lo filosófico. Su personaje no trafica con leyes ni con metanfetaminas, sino con emociones reprimidas, sarcasmo y una soledad que se palpa en cada plano.
La actriz interpreta a una mujer que se convierte, a su pesar, en el epicentro de una realidad que se resquebraja. Su presencia domina la pantalla con un equilibrio hipnótico entre vulnerabilidad y cinismo. Con ella, Gilligan logra lo que parecía imposible: construir un nuevo tipo de heroína en un género saturado de salvadores masculinos.
Un mundo donde la felicidad es el problema
A diferencia de sus anteriores producciones, Pluribus no busca retratar un universo criminal, sino diseccionar el concepto de felicidad moderna. Ambientada en un futuro que se parece demasiado al presente, la serie plantea una pregunta provocadora: ¿qué pasa cuando la búsqueda obsesiva de bienestar se convierte en una enfermedad colectiva?
La puesta en escena combina el minimalismo del drama psicológico con la estética pulida del futurismo retro. Todo parece diseñado para que el espectador se sienta dentro de una burbuja hermosa y asfixiante, tan brillante como artificial.
Gilligan ha confesado que su intención era rendir homenaje a La Dimensión Desconocida, pero llevándola a terrenos más íntimos y emocionales. Pluribus no predica, no juzga; simplemente observa. Y lo hace con un humor oscuro que, en ocasiones, provoca más incomodidad que risa.
El riesgo ha valido la pena. A pocos días de su estreno, Pluribus debutó con un 100% de aprobación en Rotten Tomatoes, y varios críticos la describen como “una obra maestra contemporánea de la ciencia ficción televisiva”. Su episodio piloto ya se cataloga entre los mejores del año por su mezcla de tensión narrativa, simbolismo y profundidad psicológica.
Vince Gilligan, el alquimista de las emociones
Quienes esperaban otro Walter White se equivocan de universo. Pluribus no ofrece adrenalina ni catarsis violenta; ofrece silencio, ironía y espejos. Es la serie de un creador que ha aprendido que los monstruos no siempre cocinan en un laboratorio: a veces, sonríen en una foto perfecta.
Gilligan firma aquí su obra más humana y desconcertante, un relato que cuestiona si la felicidad, esa meta obsesiva de nuestro tiempo, es realmente el final feliz que creemos buscar.
Viviana Hernández Bran
Licenciada en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón, UNAM. Creadora de contenido escrito y digital...
