Maite Perroni se sincera y habla sobre su peso actual, ¿le están afectando las críticas?
Entre la maternidad, los estereotipos y la violencia digital, Maite Perroni abre una conversación urgente: esto es lo que realmente dijo sobre su peso y por qué decidió enfrentarlo de frente

Maite Perroni / Clasos
Maite Perroni aclaró en un video que su peso actual es de 72 kilos y que en el pasado llegó a estar en 94 kilos, respondiendo así a los comentarios sobre su apariencia física. La actriz afirmó que no le afectan las críticas, pero considera necesario hablar de la violencia digital, los estereotipos corporales y la presión que enfrentan especialmente las mujeres en el espacio público.
Y es que la actriz apareció frente a la cámara con la serenidad de quien ya decidió no cargar culpas ajenas. Se presentó de forma directa, casi juguetona, como si quisiera desmontar la polémica desde la primera frase. Ahí, sin dramatismos, dijo: “Peso 72 kilos… y he pesado más”.
El comentario, pronunciado con ironía fina, abrió un corredor que condujo a una reflexión mayor: el escrutinio constante sobre el cuerpo femenino, esa obsesión pública que convierte cada cambio físico en un tema nacional, incluso cuando la vida está ocurriendo en otro lugar más importante.
La maternidad y su transformación
Desde el nacimiento de su hija, Maite ha sido transparente respecto a los ajustes, sobrecargas y silencios físicos que llegaron con la maternidad. No se trata solo de kilos: es la manera en que el cuerpo aprende nuevas tareas, abraza otras exigencias y ocupa un espacio distinto.
La intérprete explicó que sus cambios forman parte de un proceso natural, y que cada etapa, desde la gestación hasta la lactancia y el reacomodo hormonal, es una narrativa corporal que merece respeto. Para ella, esa transición evidencia lo que siempre se minimiza: que el cuerpo materno es hogar, resistencia y memoria.
La violencia digital: cuerpos que se analizan como si fueran estadísticas
En su mensaje, Maite describió con ironía cómo algunas personas examinan su figura como si estuvieran revisando balances financieros. La comparación no es un chiste; es un retrato incómodo de lo que sucede en redes: cuerpos diseccionados, opiniones no solicitadas, mediciones que reducen la identidad a centímetros.
La actriz lo nombró sin rebusques: violencia digital.Una violencia que se disfraza de preocupación, de humor o de análisis cultural, pero que al final persigue, desgasta y habita las pantallas como una sombra cotidiana.
Tres caminos, una decisión: por qué decidió hablar
En el video, enumeró las tres rutas posibles ante el ataque:
- 1. Victimizarse.
- 2. Guardar silencio.
- 3. O abrir la conversación.
Eligió la tercera.No para defenderse, sino para cuestionar un sistema que insiste en que las mujeres deben justificar cada fluctuación corporal. Su postura apunta más lejos: interroga a una sociedad obsesionada con la delgadez, la perfección y la comparación constante.
“Cada cuerpo tiene una historia”: la reivindicación del proceso
La actriz insistió en que cada cuerpo trae consigo un archivo emocional, biográfico y temporal. No todos cambian igual; no todos responden igual; no todos caben en los moldes que la cultura dicta.
Su declaración funciona como un recordatorio colectivo: la apariencia no determina el valor, ni el talento, ni la dignidad.
La propia Maite confesó que, como cualquier persona, también ha lidiado con el peso, con las expectativas ajenas y con esa búsqueda agotadora de "ser suficiente". Hoy, sin embargo, elige otra narrativa: abrazar la etapa, agradecer al cuerpo y honrar su historia.

Viviana Hernández Bran
Licenciada en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón, UNAM. Creadora de contenido escrito y digital...


