Lo que se pudre también enseña: el amor tóxico en Susy Fang, la más reciente apuesta literaria de Jaime Alfonso Sandoval
El escritor mexicano presenta su nueva obra, una intriga juvenil donde el amor, el terror y la literatura se entrelazan con una puntería quirúrgica

Susy Fang-Jaime Alfonso Sandoval / instagram jaime alfonso sandoval
Hay personajes que aparecen para cerrar un mundo y otros que llegan para expandirlo. Susy Fang, la protagonista del nuevo libro del autor mexicano Jaime Alfonso Sandoval, pertenece a la segunda especie: criaturas que empujan las paredes de un universo narrativo hasta obligarlo a respirar más hondo. El escritor, conocido por sagas tan queridas como “Mundo Umbrío”, “Los fantasmas de Fernando” o “Doce sustos y un perico”, volvió a publicar una historia que, sin estar pensada inicialmente, terminó convertida en uno de los libros más personales de su trayectoria.
“Los lectores me pedían saber más”, recuerda entre risas cuando habla del origen de este proyecto. “Me decían que querían otra historia, pero ya había escrito más de dos mil páginas. Pensaba que era suficiente, pero ellos no”.
La insistencia dio resultado: Sandoval empezó a escuchar a aquellos personajes secundarios que, dentro de su propia ficción, leían la vida de Susy. Y entonces comprendió que aquel libro inexistente también tenía derecho a volverse real.
Un universo que se expande desde la sombra
Mientras hojea mentalmente su obra, el escritor explica que Susy nació de una idea casi lúdica: crear el libro que leen los seres sobrenaturales de “Mundo Umbrío”. “Para ellos, los humanos son exóticos”, dice. “Así que leen las aventuras de una chica que resuelve intrigas en una preparatoria. Todo el tiempo hablan de ese libro dentro de la saga, y pensé: ya está, tengo que escribirlo”.
La novela orbita alrededor de dos ejes que Sandoval considera inseparables: el amor por la lectura y el amor tóxico. Dos territorios que, en la adolescencia, suelen confundirse, entrelazarse y, a veces, incendiarse.
“Hay emociones que jamás envejecen”, afirma. “El primer enamoramiento, la ruptura, el bullying… eso sigue ahí, una y otra vez, en cada generación”.
La semilla de Susy también brotó de una observación íntima: Sandoval y su hermana crecieron casi al mismo ritmo y él veía en ella otra manera de vivir la adolescencia. Esa comparación silenciosa, que solo los hermanos entienden, terminó filtrándose de alguna manera, en la creación de su protagonista.
“En Susy descubrí a una chica gótica, demasiado fresa para los góticos y demasiado gótica para los fresas”, cuenta. “Su gran superpoder es la cantidad de libros que puede devorar. Y defiende el amor que les tiene con una fuerza admirable”.
Junto a su amiga Nere, abreviada como Nereida, la protagonista enfrenta un territorio emocional sembrado de banderas rojas. Ambas diseñan estrategias para no caer en relaciones dañinas, o para salir de ellas sin perderse a sí mismas.
El novio tóxico que vuelve… después de muerto
Si algo distingue a Sandoval dentro de la literatura juvenil mexicana es su capacidad para mezclar humor, fantasía y crítica social en un mismo trazo. En Susy Fang, esa mezcla alcanza un punto brillante con la creación del novio tóxico de la protagonista.
“Lo fusioné con el mundo vampírico y con la ciencia”, explica. “Quería un desarrollo evolutivo oculto debajo de la ciudad, algo como los hematófagos, pero con humor mexicano”.
El resultado es un personaje que cruza la frontera de la vida de la peor manera posible: regresando después de morir.
“El colmo de una relación tóxica sería que el novio vuelva después de muerto”, bromea Sandoval. “Ella lee libros de terror, y él cree que puede ayudarlo. Pero en realidad es la metáfora perfecta: alguien que ya se está descomponiendo y aun así vuelve a buscarte”.
La figura del zombie funciona como una traducción física del amor envenenado: un cuerpo que se pudre y que, al tocarlo, contagia.
Aun así, el autor procuró darle un matiz diferente. “Para mí era importante que tuviera una redención”, confiesa. “Él tiene un castigo por haber sido el ligador del colegio, pero también tiene la posibilidad de transformarse”.
El mensaje que sostiene toda la historia
Más allá de la intriga y los elementos de terror, Sandoval sostiene que la médula del libro es emocional y profundamente actual.
“No dependas de la aceptación de los demás para saber que vales”, dice con una seriedad que cambia el ritmo de la conversación. “Cuando alguien te descalifica por cómo eres, por lo que te gusta o por cómo luces, eso pega en la autoestima. Y los adolescentes son muy vulnerables, más ahora con las redes sociales”.
La novela contrapone dos formas de amar: el amor que destruye y el amor que cuida. La autora de su propio relato, pues Susy narra en primera persona, aprende a reconocerlos. Y a elegir.
Una voz que necesitaba contarse a sí misma
El libro publicado por la editorial Penguin Random House se escribió en un año. No en un despacho lleno de rituales literarios, sino entre aeropuertos y salas de espera. “Al principio ponía velas y música para entrar en modo escritor”, cuenta. “Pero ahora escribo donde sea. La historia de Susy me acompañó todo el año. No descansaba”.
Hubo un momento clave: cuando decidió abandonar la tercera persona. “Era Susy quien tenía que contar la historia”, recuerda. “Por eso la narración es a dos voces, se van trenzando desde su punto de vista”.
Ese cambio, dice, marcó un nuevo capítulo en su propio avance como narrador.
La consolidación de un autor imprescindible en la literatura juvenil mexicana
Jaime Alfonso Sandoval ha construido una trayectoria sólida, celebrada por lectores jóvenes y adultos. Con títulos como “Mundo Umbrío”, lleva años rompiendo los límites de la narrativa juvenil en México. Su obra se distingue por la mezcla de humor, crítica social, fantasía y un oído muy sensible a la emoción humana.
Susy Fang, su más reciente libro, confirma esa tradición: una historia que oscila entre el misterio y la ternura, la oscuridad y la luz, lo sobrenatural y lo profundamente humano.
Una novela que, como sus mejores personajes, nació a partir de una pregunta sencilla: ¿qué pasa con las historias que los lectores no dejan morir?

Viviana Hernández Bran
Licenciada en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón, UNAM. Creadora de contenido escrito y digital...


