Así fue como Bad Bunny intentó pasar desapercibido en la Arena México, ¿sus fans se pudieron acercar?

El cantante Bad Bunny sorprendió a los asistentes del CMLL al infiltrarse en la Arena México usando la mítica máscara de Místico, desatando uno de los momentos más virales de su paso por la capital. El puertorriqueño, que está a punto de iniciar ocho conciertos en la ciudad, terminó rodeado de aficionados que lo reconocieron en segundos pese al intento de camuflaje.

Y es que hubo un instante, apenas un soplo, en el que la Arena México creyó ver a Místico caminar entre el público. La máscara era idéntica: plateada, dorada, luminosa bajo las luces que siempre parecen caer desde un cielo narrado por cronistas deportivos. Pero bastó un parpadeo colectivo para que el anonimato se hiciera trizas. No era el Ídolo de Plata. Era Benito, el hombre que convirtió el trap en fenómeno global y que, cada tanto, vuelve a recordar que el wrestling lo acompaña desde niño como si fuera una religión heredada.

Algunos aficionados tardaron segundos. Otros, milésimas. Pero entre gritos, celulares y empujones amistosos, la noticia corrió como suelen correr las leyendas cuando todavía están ocurriendo. El Conejo Malo estaba ahí, sentado en una butaca común, como si la Catedral del CMLL fuera uno de los pocos lugares donde puede ser simplemente un fan.

Un tributo disfrazado de casualidad

Vino a México para arrancar su serie de conciertos del Debí Tirar Más Fotos World Tour, pero antes de pisar el escenario decidió pisar la historia. Su aparición no fue un gesto calculado de promoción: fue un guiño a un ritual que él conoce de memoria. Porque Bad Bunny no solo canta sobre escenarios gigantes, también ha volado desde cuerdas, recibido llaves imposibles y sorprendido al universo de la WWE con movimientos que muchos luchadores profesionales no esperaban de un artista.

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Ese cruce entre música y lucha libre, esa mezcla de glamour, sudor y emoción, siempre ha sido su refugio. Y la Arena México, con sus gritos que suben como vapor caliente, le ofreció una bienvenida digna de un rudo con estrella internacional.

Bad Bunny y la lucha libre

Su aparición de este diciembre no es un episodio aislado, sino un capítulo más en una relación que él ha llevado con orgullo: la lucha libre mexicana como influencia estética, emocional y cultural.

De niño veía wrestling; de adulto lo practica de vez en cuando; de artista lo homenajea; de fan lo respeta como se respetan las raíces.