La madre de Ángela Aguilar rompe el silencio y lanza un mensaje firme para defender a su hija

La pregunta que muchos seguidores de Ángela Aguilar se hacían en los últimos meses, ¿hasta cuándo hablaría su familia?, encontró respuesta. Aneliz Álvarez, madre de la joven intérprete, se pronunció con contundencia después de que su hija atravesara un largo periodo de señalamientos, burlas y ataques constantes en el espacio digital.

Desde sus historias de Instagram, Álvarez compartió la publicación de un grupo de admiradores que acompañan a Ángela desde los primeros pasos de su carrera. El mensaje, acompañado de una fotografía de la cantante en el escenario, definía sin rodeos el concepto de violencia digital contra la mujer: una forma de agresión que busca silenciar, hostigar y desgastar emocionalmente a través del anonimato de una pantalla.

El gesto de su madre no fue una simple muestra de apoyo; fue la confirmación de que la familia Aguilar, una de las más influyentes del género regional, ha decidido plantarse frente a un fenómeno que ha crecido sin freno.

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Ángela Aguilar, entre el escenario, la presión mediática y una gira que ya agoniza

La artista de 22 años se encuentra en la recta final de su gira Libre Corazón Tour 2025, una serie de presentaciones que han puesto a prueba no solo su capacidad vocal, sino su entereza emocional. Con dos fechas restantes, California y Las Vegas, Ángela vive un momento de transición profesional: este año debutó como productora musical de su álbum Nadie se va como llegó, una decisión que la colocó en una posición creativa más compleja y exigente.

“Por primera vez me metí en espacios que antes no me atrevía a pisar”, confesó en una charla reciente, aludiendo a las decisiones artísticas que debió tomar para moldear un proyecto más personal. Consciente de que su público abarca desde niñas pequeñas hasta adultos mayores, afirma que cuida cada detalle de su imagen y de su discurso porque siente la responsabilidad, a veces pesada, siempre demandante, de ser un ejemplo para quienes la miran de cerca.

No obstante con lo anterior, la cantante ha tenido que aprender a convivir con la cara más áspera de la fama: la opinión pública. Las críticas, muchas de ellas derivadas de su relación con Christian Nodal, la convirtieron en blanco de ataques que en ocasiones trascienden lo profesional.

La cantante ha sido franca al hablar de este desgaste emocional: intenta no medir su valor personal con base en los comentarios que recibe. Sin embargo, admite que el ruido externo lastima, incluso cuando se insiste en ignorarlo.

“Estoy aprendiendo a sentirme segura de quién soy sin buscar validación en lo que otros dicen”, reflexiona. La frase condensa la batalla silenciosa que muchas figuras públicas, y tantas mujeres anónimas, libran en redes sociales.