Niña de año y medio es alérgica a sus propias lágrimas
Cualquier contacto con el agua le ocasionan quemaduras de tercer grado
Si hay algo difícil de pedirle a un niño es que no llore. Pero una rara enfermedad hizo que Brittany Angerman hiciera hasta lo imposible para evitar que su hija lo hiciera.
Ivy Angerman es una pequeña de 18 meses originaria de Hastings, Minnesota, que sufre una extraña enfermedad llamada urticaria acuagénica y que provoca que cualquier contacto con el agua, ya sea de la regadera o de sus propias lágrimas, le provoque quemaduras de hasta segundo grado.
Hace un par de meses, la madre de la pequeña comenzó a notar que cada que la bañaba o estaba en contacto con el agua, Ivy desarrollaba una picazón, urticaria, ampollas y un notorio color rojizo.
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El llanto y los gritos que la pequeña eran tan fuertes que intentaron hacer de todo, desde cambiar los productos higiénicos, hasta bañarla en otras casas pensando que el agua de la suya era el problema. Al no ver resultados acudieron al Centro de Información de Enfermedades Raras y Genéticas, donde les dieron el diagnóstico correcto.
Aunque aún no hay cura alguna, la pequeña debe tomar antihistamínicos para tratar controlar la alergía, aunque Ivy está siendo inmune a sus efectos, por lo que la condición de la menor empeora.
Los padres de Ivy expresan su preocupación, pues temen que en un futuro la pequeña no pueda ni tomar agua.