Señales de que te estás convirtiendo en una señora
Responde cuántas señales tuviste
El tiempo no perdona nunca, para nada, así los humanos crecemos y pasamos por distintas etapas, la niñez y la etapa adulta. En esta segunda, socialmente hay muchas clasificaciones, una de ellas es lo que engloba ser una señora o un señor.
Se supone que cuando entras en esta clasificación es porque dejaste de lado la irresponsabilidad que pudiste haber tenido o vivido en tus mejores años donde la cruda no te hacía, podías comer lo que querías y no engordabas, te desvelabas y con dormir 3 horas ya tenías la frescura para volver a empezar el día, incluso te podías ir “en vivo” de una fiesta a tu primer clase.
Esto no tiene que ir totalmente de la mano con la edad, puedes tener, digamos, 20 años y ya tener características de mayor responsabilidad contigo y con tus allegados.
En este caso tu círculo social te llama “mamá” porque los estás cuidando de lo que comen, beben y cuando no se ponen un suéter.
Y no te sientes culpable por cansarte, pues es el pretexto perfecto para descansar o tomar una siesta.
A tus listas de música se han agregado canciones que solía escuchar tu mamá, aquellas baladas poderosas. Le pones play a esta lista y te preparas para cantar a todo volumen mientras haces la limpieza de la casa
¿Tik Tok, cómo se usa? Facebook, Whatsapp y YouTube no presentan ningún problema, pero vienen los nuevos filtros y herramientas de Instagram y te pierdes. Ni hablar de Tik Tok. Pero sabes qué está bien porque no quieres aprender. Con las redes sociales básicas es más que suficiente.
¿Tacones? Mejor unos zapatos deportivos cómodos, o prendas que te permitan estar un poquito más holgada. Ya los pantalones ajustados o vestidos ceñidos son para alguna ocasión muy extraordinaria.
Estallas de felicidad cuando hace un día con mucho sol y sin nubes, pues es el día perfecto para lavar y que tu ropa se seque más rápido.
Los contenedores de alimentos son tan diversos, que cuando sobrepasas el ser señora, es cuando los clasificas de acuerdo a su tamaño o los escoges dependiendo del alimento que vayas a colocar. Por ejemplo, comprar uno súper chiquito solo para tu colación de 10 almendras.
Esto aplica para el plan de fin de semana, en lugar de ir a un antro, prefieres quedarte en casa, ver tu serie favorita o alguna película y usar tu pijama.
Alimentación saludable: Lo que decíamos en un principio, la responsabilidad de comer bien y disfrutarlo, pues es un hábito que es mejor tener a arrepentirte después.
Comienzas con un cactus, ves que sobrevivió y escalas a tener más plantas en tu casa, las disfrutas y les hablas bonito. Una característica que veíamos en nuestras abuelitas pero que nos hacen tener una actitud Zen.
Siempre cargas algo que igual no vas a usar pero lo tendrás por si se presenta la necesidad. Ejemplo, el suéter por si hace frío.
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