“Quería hablar con alguien”; Abuelita de 94 años simula robo para que policías le hagan compañía
La mujer no quería denunciar un robo, sino tener compañía y encontrar a alguien con quien desahogarse
La sociedad tiene el deber de ser solidaria y proteger mejor a los adultos mayores, y una situación que se esta presentando con mayor frecuencia es el abandono, una forma de maltrato hacia nuestros mayores, y el cual provoco que una mujer de edad avanzada simulara un robo, solo para tener la compañía de alguien.
“Sufrí un robo en casa, por favor vengan rápido, tengo miedo”, fue lo que se pudo apreciar en la llamada a la comisaría de Lecco, en el norte de Italia, por parte de Ersilia Rusconi, mujer de 94 años que pedía auxilio, provocando la movilización inmediata de la policía hasta su domicilio.
Al llegar al sitio, loa agentes ingresaron a la casa, en dónde Ersilia contó algunos episodios relacionados con probables robos sufridos en el pasado, y después de un breve diálogo, notaron que no había ocurrido ninguno de los hechos que la abuela con voz temblorosa había denunciado en la línea telefónica, pues la mujer no quería denunciar un robo, sino tener compañía y encontrar a alguien con quien desahogarse y expresar su tristeza y soledad.
Los oficiales Antonio y Carmelo quedaron conmovidos por las palabras de la anciana y su estado de profunda soledad, por lo que decidieron quedarse unos minutos con ella:“Se sentía sola, quería alguien con quien hablar. Nos quedamos con ella, la alentamos y la consolamos”, relató el oficial Carmelo. Ahí pudieron percatarse de que la mujer vivía sola, pues no tiene parientes cercanos que puedan estar a su lado.
A la mañana siguiente, los mismos oficiales volvieron a visitar a Ersilia para informarse sobre su estado, llevándole un pastel como regalo, mismo que la abuelita recibió con gran alegría, sacándole más de una sonrisa, asegurando que la semana siguiente se trasladaría a una residencia de ancianos.
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La historia de esta abuelita ha conmovido y generado reflexión sobre la forma como tratamos a las personas mayores y que han tenido que pasar sus días en soledad, especialmente en medio de la pandemia.