Aún con una “malformación corporal”, María Felix fue la diva de México

Estamos seguros de que en México no hay una sola persona que no conozca a María Felix, ya que su talento y su inigualable belleza siguen trascendiendo en las generaciones.

Bien se sabe que María no solo se destacó en las películas que realizó en México, también fue muy aclamada a nivel internacional.

Su fuerte carácter y personal la hizo ser una de las mujeres más deseadas de la historia mexicana, pues cualquier hombre hubiera podido dar lo que fuera con tal de hacerla feliz.

Respecto a lo anterior es casi imposible pensar que una mujer como ella, tan segura de sí misma, tan enérgica, en algún punto de su vida pudiera sentirse insegura o incomoda con alguna parte de su cuerpo.

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Aunque lo único que ella desbordaba frente a la cámara era belleza, lo cierto es que a la “La Doña” no le gustaba una parte en particular de su cuerpo.

Y es que su madre siempre fue muy exigente con ella y con cada paso que daba, de hecho se ha llegado a pensar que fue por ella que María se sentía incomoda con sus pies, ya que su progenitora aseguraba que eran demasiado largos y poco femeninos.

"Una mujer nunca es demasiado alta ni demasiado delgada. Cuida tu figura porque la armonía es la base de todo", era una de las frases constantes que su madre le repetía.

Aunado a lo anterior, “La Doña” tuvo que lidiar con las diferencias que existían entre ella y sus dos hermanas, ya que ellas eran casi rubias debido a la ascendencia vasca de parte de su madre, mientras que María se parecía más a su padre que tenía el cabello oscuro.

Lo anterior parece que si tuvo cierto impacto en la diva de México, ya que en un escrito con sus memorias confesó que el origen de la mala relación con sus hermanas fue su diferencia física.

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