La acepta como sea: Se casó con un hombre pero ahora es su esposa trans
Con algunos años de casados y dos hijas, Tea-Lyn Van Dyk se declaró una mujer transgénero. Su esposa la apoya en cada momento
"En lo próspero y en lo adverso... hasta que la muerte los separe", una mujer ha decidido aceptar a su pareja bajo cualquier circunstancia, incluso después de que él le confesara que se identificaba como una persona trans y que de ahora en adelante sería mujer.
Tea-Lynn Van Dyk, de 36 años y originario de Canadá, se declaró ante su esposa como persona trans en 2019. Ahora han decidido vivir como una familia monoparental, donde ambas son mujeres.
Aceptó a su pareja incluso cuando le dijo que era trans
Con dos hijas de siete y seis años, Tea-Lynn Van Dyk y su esposa Gabrielle Van Dyk, han decidido seguir como pareja incluso cuando Tea-Lynn confesó sentirse una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. Y es que para Gabrielle, nada ha cambiado con su ahora esposa, únicamente la forma en que se percibe a sí misma.
Aunque la noticia podría ser demasiado impactante para muchos, la realidad es que Gabrielle ya lo veía venir pues había notado cómo a Tea-Lynn le gustaba usar su ropa. De hecho, la razón por la que permanecen juntas es porque Gabrielle ha sido muy comprensiva desde el inicio e incluso le sugirió ir a terapia para llevar una transición saludable.
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"A ella todavía le gustan las mismas cosas, se ríe del mismo tipo de humor, así que en mi mente sigue siendo la misma persona y no importa si se está vistiendo de mujer o cambiando su nombre", dijo Gabrielle en una entrevista para Daily Mail.
A través de sus redes sociales, la pareja comparte los momentos que viven en familia y cómo poco a poco se van acostumbrando a esta nueva vida. Además, quieren ayudar a generar conciencia en las personas que conocen a alguien en su proceso de transición y así poder ayudar a que sea mucho más fácil.
"Nuestra esperanza en esto no es para aquellos que están en transición per se, sino para aquellos que pueden tener un familiar o amigo que pueda caer bajo el paraguas LGBTQIA".
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Las dos hijas de la pareja también han aceptado a su nueva mamá. Mientras que la menor de seis años lo tomó muy bien desde el inicio e incluso corrige a quienes se refieran con el género equivocado a su mamá, la mayor, de siete años, necesitó un par de semanas para comprenderlo y aceptarlo.
