Clid the Snail, un caracol como ningún otro
Una propuesta interesante con un personaje no tan ordinario
Clid the Snail es un juego engañoso, el nombre realmente no te dice mucho más que hay un caracol llamado Clid y si ves el tráiler de lanzamiento puedes creer que es un título lleno de acción frenética; la realidad es un poco diferente, ciertamente hay acción y muchas sorpresas por descubrir, pero también hay detallitos que juegan en su contra y que afectan su calificación.
Un caracol temerario
La trama va más o menos así: En el futuro los gigantes (humanos) han desaparecido y las pequeñas criaturas como los caracoles, babosas, grillos, cangrejos y otros animales han creado una nueva civilización que, curiosamente, se parece mucho a la humana. Aquí tomas el control de Clid the Snail, un joven caracol que lucha por mantener la paz en su pueblo aunque eso signifique violar algunas reglas. Eventualmente, esa rebeldía se vuelve en su contra y es lo que da inicio a la aventura.
Al principio el juego es lento y esa lentitud puede ser desesperante, sobre todo si lo que quieres es entrar de lleno a la acción. Aunque sí puede llegar a ser un tanto desesperante, necesitas ese tiempo para entrar en contexto, acostumbrarte al sistema de juego y también acostumbrarte a Navi, a Belu, una luciérnaga que acompaña todo el tiempo a Clid y le da consejos, así como le ayuda a encontrar objetos escondido en los escenarios.
Ya que logras sobrevivir al tedio del inicio el juego comienza a agarrar ritmo, encuentras más enemigos, más jefes y más puzzles que dicho sea de paso, de verdad que te pondrán a pensar para poder resolverlos.
La vieja confiable
El sistema de juego es simple, se trata de un top down shooter en el que debes matar todo lo que se ponga en tu camino (mientras no estés en las ciudades y pueblos) y sobrevivir como puedas. La fórmula no es nueva, pero en este caso es efectiva, ya que conforme vayas avanzando necesitarás de toda tu experiencia como videojugador para salir de ciertas situaciones complejas, particularmente las peleas con los jefes que son un poco como de la vieja escuela, es decir, tienes que memorizar sus patrones para esquivar sus ataques y poder hacerles daño.
Clid carga consigo una suerte de rifle (que posteriormente podrás cambiar por otras armas más poderosas), granadas, kits para curarse y muchas ganas de sobrevivir en un mundo hostil que poco a poco irá revelando sus peligros. Como es costumbre en estos juegos, tendrás que cambiar tu estrategia constantemente para poder eliminar a los enemigos que a veces serán directos y te perseguirán con todo o a veces te arrojarán proyectiles desde lejos.
Es precisamente el sistema de juego lo que hace esta aventura tan divertida pues no tienes que darle muchas vueltas al asunto, todo es apuntar y disparar, a veces lanzar granadas, a veces esconderte para curarte y listo. Tampoco hay un sistema de crecimiento como en los RPG, simplemente vas recolectando algo de dinero que sueltan los enemigos con el que, eventualmente, podrás comprar más granadas o kits para curarte.
Se necesitan más parches
Aunque en lo general es divertido, el juego tiene algunos errores, por ejemplo: al principio el ritmo es demasiado lento y si no tienes idea de que se trata el juego, a los 30 minutos vas a querer dejarlo.
No puedes cambiar la dificultad al inicio y al momento de hacer esta reseña eso fue un viacrucis porque encontramos enemigos que hacen demasiado daño y no te dejan respirar; si eres un jugador casual eso puede ser frustrante porque además, no hay checkpoints, hay save points y si mueres justo antes de llegar uno, tendrás que hacer todo otra vez, todo, enemigos, laberintos, todo.
Hay algunas cosas sin sentido como el rodar. Para pasar ciertos puentes necesitas hacerlo, pero si intentas rodar para esquivar algo, igual recibirás daño.
Otro detalle es que visualmente les faltó pulir las ayudas visuales, por ejemplo, las alertas de acción como abre, habla, etc. están situadas en la esquina de la pantalla cuando deberían estar centradas, para que sean más fácil de ver, esto, por absurdo que pueda parecer, hace que no prestes atención a interacciones importantes en el juego.
Conclusión
El juego es lineal, realmente no hay mucho espacio para la exploración, sin embargo, de vez en cuando te encontrarás veredas que escapan del camino principal y te llevan a algunas áreas secretas que debes explorar, ahí encontrarás tesoros e ítems que te ayudarán a incrementar tu barra de energía.
Con todo y sus errores, Clid the snail resulta una experiencia divertida, los jefes son creativos, hay buenos chistes y asumiendo que en algún momento logren balancear el daño que recibes de los enemigos, hasta los jugadores casuales podrán llegar a disfrutarlo. Weird Beluga hizo un buen juego, pero hay que poner más atención a los detalles si es que quieren salir de juegos con una calificación promedio a una calificación excelente.
Te recomendamos