Conoce a Gunther VI, el perro más rico del mundo que vende su mansión en Miami

Aseguran que Gunther VI es heredero de la fortuna de 500 millones de dólares de la condesa Karlotta Liebenstein, pero podría tratarse de un truco publicitario

Todos hemos escuchado de cómo los famosos y millonarios ponen en venta autos, casas y otras pertenencias, sin embargo nunca se nos hubiera ocurrido que un perro pusiera a la venta su millonaria mansión.

Así como lo lees, se trata de Gunther VI, un perro de raza pastor alemán que ya es considerado el perro más rico del mundo, con un valor de 500 millones de dólares, y que se ha vuelto noticia al poner a la venta su propiedad en Miami por 31,75 millones de dólares que perteneció a la leyenda de la música pop Madonna en la década de 1990.

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Según el anuncio publicado, y cómo si de una película se tratase, Gunther pasó una mañana reciente jugando con su pelota de tenis, revolcándose en la hierba, babeando un poco y durmiendo una gran siesta. Más tarde, tuvo una "reunión" con los agentes inmobiliarios que venden la mansión de Miami que sus cuidadores compraron a Madonna.

¿De dónde viene su fortuna?

El canino proviene de un linaje que se remonta a 40 años y seis generaciones, y según cuentan, la fallecida alemana Karlotta Liebenstein, quien murió en 1992 y no tuvo hijos, adoraba a sus animales, así que dejó su fortuna multimillonaria a su perro, Gunther III. Gunther VI heredó este fideicomiso, que creció a US$ 500 millones gracias a inversiones inmobiliarias y emprendimientos estratégicos, de su abuelo, Gunther IV.

¿Todo un montaje?

La historia que parece sacada de cuento de hadas podría tratarse de un montaje, pues aseguran que no es más que un truco brillante de un grupo de empresarios italianos que operan la propiedad bajo el Grupo Gunther en Italia.

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De acuerdo con The New York Post, la propiedad le pertenece al empresario italiano, Muricoi Miam, quien pensó que sería una forma divertida para hacer más llamativa la propiedad y venderla. Además, aseguran que Gunther no existió, ni la fortuna y ni siquiera la condesa, pues el dueño de la mansión en realidad rentó un perro hace 20 años, cuándo inventó la historia para así entrar a la industria del cine, ahora usa esta misma historia, pero para vender la mansión en Miami.